martes, 6 de noviembre de 2012

1, 2, 3 probando...

Ésta es sólo una chiqui entrada para que vean que es cierto que tengo intenciones de volver.
Han sido varios meses de ausencia, que no de sequía. Cosas que decir, como buena mujer, siempre hay. Pero a veces hace falta darse un tiempo para organizar la cabeza.

En fin, ya les contaré. 

Por ahora me retiro, pues Pablo, Uniqua, Tasha, Tyron y Austin (Backyardigans), me esperan, junto con mis hijas para pasar un buen rato antes de irse a dormir.


martes, 8 de mayo de 2012

Drogas auditivas...

Hace semanas, en Twitter el Hashtag #DrogasAuditivas fue Trending Topic. Traducción: Un chorro de gente participó con sus tonterías al respecto. Hablaban de música, canciones que consiguen que uno se despegue del piso.

Se me ocurrió tuitear así: #DrogasAuditivas: Te amo.

Y en verdad lo creo. Lo he dicho a la mayoría de quienes me leen en éste blogg. Ya sea en clase, en plática personal, en conferencia, en confidencia: "A la mujer se le conquista por el oído". O lo que es lo mismo, háblale bonito, dile lo quiere escuchar, dale la razón y será tuya incondicionalmente para siempre.

Ayer. Medio día, fui a recoger a las bichillas del Kinder y en el momento que sube Ana Luisa al coche, me suelta sus más profundos pensamientos: - Mamá, me voy a casar con Diego Olivier.

La pregunta inmediata que le hice no fue ¿cuándo?, sino ¿por qué?.

- Porque sí. Contestó la morrita.
- Esa no es respuesta. ¿Por qué te quieres casar con Diego y no con otro?
- Porque me dijo que me quiere mucho...

¡Ah! ¿ya ven por qué recordé ese tuit?
¡Qué grueso!, la niña tiene 3 años de habitar el planeta y ya es toda una mujer que cae seducida ante un hombre que le dice cosas bonitas.

Y ahí no para la historia, ¡qué va! Para completar, mi princesa hoy, a la hora de su baño me salió con que tiene planeado todo el asunto. La boda, básicamente.

"Haremos una fiesta, van a venir todos nuestros amigos del kinder, primos y primas. Los tíos y la familia de Diego, mamá. Todos. Va a ser muy divertido. Yo voy a usar un vestido muy bonito y vamos a ir a la Iglesia a rezarle al niñito Jesús y a la Virgen. Luego nos vamos a poner unos anillos y más tarde una fiesta con baile y música."

Entonces, mi hija es una más. Una niña que ya sueña con encontrar al príncipe azul y tener su boda de ensueño. Víctima del cliché.

Ahora, ¿de dónde saca todas sus ideas mi niña? ¿Es así por ser mujer? ¿La sociedad la condiciona? ¿Por qué tiene una idea tan clara de lo que quiere?

Jesús insistiría en que aquí me metiera con a un análisis de la influencia de la televisión y medios audiovisuales a los que están expuestas las criaturas. Nel.

Yo seré más simple. Desde que llegamos a Puebla, hace casi 9 meses, he visto con ellas el video de mi boda, más veces de las que en realidad quisiera. A petición de Ana Luisa: "Quiero ver la película Santos Icaza". (Que no deja de ser audiovisual, -- Chuy Santos).

Quiere lo que tuvieron sus papás. Ese es su modelo. Quiere verse bonita como su mamá y casarse con un hombre "guapo", como ve ahora a su papá. Sé que los años la sacarán del error.

Fer Marín tiene otros planes para ella. Pero no son materia de ésta entrada, o de ninguna otra. Al final de cuentas ella decidirá lo que hará con su vida.

Por lo pronto, averiguaremos más sobre el susodicho. Por ahora sé que mi consuegra es regia. ¿Casualidad? ...No lo creo.

martes, 13 de marzo de 2012

Mal de muchas

Terribles 2. Pubertad. Adolescencia... Libros para sobrellevar las crisis por período de edad sobran. Mi campo de experiencia es la adolescencia, lo saben. Suelo dar seguimiento a aquellas que conocí en sus épocas de efervescencia hormonal (¡ja!, como si en las mujeres llegara a término...). 

Las mujeres de la primera generación que pasó por mis manos ahora tienen alrededor de 28 y 29 años. Y de ahí para abajo, hasta de 18 tengo amigas ex alumnas. 

Solo he tenido que observar un poco para darme cuenta de que nadie, al menos que yo conozca, habla de la crisis de los 20's. Es una etapa sin duda divertida, emocionante, pero también angustiante. Y para las mujeres, un tanto más. 

Es la década en la que se conforma uno como persona, cuando decides quién eres, quién no eres, quién no quieres ser. Es el momento de definir lo que haces, lo que te gusta, lo que te irrita... 

Para nosotras, es momento de encontrar AL compañero. Mientras los hombres pueden llegar a los 30's sin ninguna dificultad al respecto, para nosotras es distinto. 

Llegar a los 25, 26 años sola, es difícil de sobrellevar. Y la que diga que no, miente. Probablemente los años, la vida, las circunstancias nos lleven a relajarnos con el asunto y ver que no todas tenemos obligación de convertirnos esposas y madres y encontremos nuestro lugar en la vida. Pero de que hay un período de crisis, lo hay. 

Amigas reciben anillo, otras se casan, algunas comienzan a tener hijos... Y tú, sola. Peor aún, miras para todas partes y no ves un escenario prometedor, nadie que pueda llenar tus expectativas. Y es que el listón, la rayita, el estándar está muy tirado pa' abajo, de ambos lados. 

Ya no hay damas, dicen. Es que no hay caballeros, responden. Es que ellos, es que ellas, es que... Ambos responsables. Pero debo decir que quien lleva la batuta es la mujer. La que pone el estándar es la mujer. La que dice cómo, es ella. La que imprime el tono...es ella.

Mucho he hablado con mujeres buenas, trabajadoras, valientes, entronas, estudiosas, como para saber de qué hablo. Mujeres que buscan al 'hombre perfecto'. 

Suelo devolverles la pelota preguntando si ellas mismas se consideran 'la mujer perfecta', aquella que un hombre puede mirar con ojos de 'futura madre de sus hijos'. Y comienza la reflexión.

Ser vulgar, está de moda. Comentarios corrientes, atuendos reveladores, hablarse al tú por tú con los hombres, es lo de hoy. Me apena. 

Sin darnos cuenta, damitas, nosotras mismas vamos rebajando el trato. Comprometemos nuestras ideas, sentimientos, emociones... por ser percibidas como deseables y sexys. Tremenda estupidez. Él no querrá eso para esposa. A menos no públicamente. 

Que ser una mujer inteligente, culta, preparada asusta... Es verdad. Aquí entre nos les cuento, hubo amigos que sugerían 'bajarle' al estudio, trabajo, desarrollo personal y profesional, pues no habría 'wey que se acercara'...

Afortunadamente, no hice caso. Siempre pensé que el hombre que me mirara con ojos de 'para siempre' no querría una mujer mediocre, porque él tampoco lo sería. Y así fue. Esperé, bastante. Se tardó en llegar, pero hoy está conmigo. Me casé con él a los 31. (Soy el 'si se puede' del Lomas del Real)

Mi consejo para ti, que de pronto desesperas: mantente, aguanta, resiste. Hombres buenos hay. Pocos, pero hay. Y llegará en su momento. Si no, entonces otros planes habrá para ti. 

Mientras aparece o no el príncipe azul, conviértete en esa mujer que quieres, sin importar a quién le agrade. Haz lo que sea para ser cada día más digna, más completa, más mujer. 

Y nunca, jamás, por ningún motivo comprometas tu proyecto de persona por un 'pior es nada'. A veces... es mejor dejar que se te vaya el tren. 

viernes, 17 de febrero de 2012

Así la cosa...

¿Quién me iba a decir que tenía que salir de San Luis para tener amigos potosinos? ¿Amigos? Followers en Twitter. Como sea. Están siempre. Literal. Al grado de pensar que tenemos un problema. Pero igual nos vale y le seguimos.

Casi 3 años con mi cuenta. Al principio ni la usaba, luego de a poquitos, a ratos con intensidad. Y apenas le ando agarrando verdadero gusto.

Es todo un mundo. Cada vez me queda más claro por qué muchos no le entran aún. Es simple y a la vez complejo. Hay todo un lenguaje, una forma de comunicarse.

No pretendo aburrirlos con terminologías twitteras, es demasiado. Pero se me ha presentado la oportunidad de estudiar Twitter. Dirán que es una payasada, pero es todo un fenómeno social. Y a mi mente le fascina desenmarañar acertijos, armar rompecabezas y encontrarle los 3 pies al gato.

Si alguien duda de su alcance, sepan que mucho tendrá que ver la información que se comenta en Twitter en las elecciones de julio. Solo hay que ver al PRI creando cuentas fantasma para hacerse notar entre los usuarios de la Red.

A veces me cansa tanta propaganda pólítica en mi Time Line. Menos mal que hay cualquier cantidad de usuarios generando tweets.

Mucho de lo que leo es relajo, chiste, broma, burla. Otro tanto contenidos buenos, sobre crianza, los hijos, la educación, vida interior, deporte, política, cultura. Hay de todo y para todos.

Sí me da por pensar, a ratos, que desperdiciamos un medio de información fantástico. Soy de las que piensan que debemos generar buenos contentidos en lo que twitteamos. Pero también me gusta reirme, divertirme, burlarme, comentar, ironizar, ser sarcástica, tirar carrilla.

Twitter, más bien sus usuarios, se han convertido en mi salvavidas personal. Estar lejos del lugar en donde está mi gente es duro, unas veces más que otras. Tener una banda de casi 300 followers y más de 400 followigns son mi refugio. Y me taen alegrías, carcajadas, tristezas, refelexiones, críticas, etcétera...

En Twitter el que se ríe se lleva, y el que se lleva se aguanta. Yo agradezco a los usuarios que ayudan a que mis días se aligeren.

Que si tienes muchos o pocos seguidores, poco importa. Al menos para quien entiende para qué está ahí.

Que no se nos infle el ego, pues ya hemos visto que así como llegan followers, se van. No a todo mundo gustará lo que comentas. Qué más da.

Al final de cuentas "como siempre Mañana todo esto será parte de una historia... Mañana... Solo Mañana" CopyRight @SLPCabaretero

lunes, 30 de enero de 2012

Cuando llueve sobre mojado...

¿Qué pasó con tu blog? me pregunta Marce Villalobos en Facebook. Y hasta me hizo el favor de comunicarme que lo extraña, cosa que agradezco profundamente.
Y ya... si no empieza a parecer discurso político y guácala de pollo.
¿Qué pasó? Pasó una niña que se soltó a caminar, y unos días de diciembre así como para echar al olvido, salvo por la visita a San Luis y fiestas navideñas que fueron un aliviane pedido a gritos. Al menos por mi.
Pongámoslo así: la primera quincena de diciembre me recordó que fue una buena idea dejar de trabajar para dedicarme a las tareas del hogar.

Hay veces que se junta todo, verdaderamente todo.

El escenario:
Niña 1 con ronchitas contagiosas que exigían cautiverio. Niña 2 con problemas de diarrea. Niña 1 combina su infección cutánea con el arranque de la temporada de mocos, que, evidentemente, contagia a la niña 2.

Llevaba un día haciéndome a la idea de que venía un encerrón épico con las dos criaturas, pues las ronchitas se desaparecen en un lapso de 8 a 10 días (¡graaacias!), cuando mi empleada del hogar me vino con la noticia de que traía infección el el oído. Jamás pensaría en poner a trabajar a alguien que necesita reposo, así que la mandé al médico y a su casa.

Eso sí, la infección no le impidió irse de peregrinación a la Villa el 12 de diciembre, cosa que la empeoró. Entiéndase: me dejó una semana  (sí, sí, 7 días exactos) haciéndome garras con la casa y las niñas enfermas. (Insertar grito de terror, pánico y/o pavor aquí).

Evidentemente yo arañaba la fuga a San Luis con el mismo afán con el que el Real Madrid anhela ganarle al Barcelona, nomás pa que se den una idea. (Y soy Madridista, pero ni pa qué hacerse....)

Pasó diciembre y llegó enero. La semana pasada un capítulo menos trágico pero de tinte similar. Marido con fiebre, niñas con mocos y tos. Cancelación de planes y suministro marca diablo de medicinas. Es más, aún no termina, seguimos...

Ahora, si le preguntan a la gente que me conoce bien sobre mi memoria, les dirán que no es exactamente privilegiada. Olvido cosas con rapidez y facilidad (lo que me conviene, mejor dicho lo que no me conviene recordar). Pero en ésta ocasión hice un esfuerzo por mantener vivos los recuerdos de esos días no tan afortunados.

Hace días me hicieron una propuesta de trabajo que rechacé casi de inmediato, es más, me hicieron dos en un día. Sí, parece que el mundo laboral me llama. No les miento, me mueve el tapete, algunas cosas más que otras. Pero pensando en una semanita como la de diciembre creo que tomé la decisión correcta.

Solo de pensar en resolver el panorama anterior se me ponen los pelos de punta.

Se lo dije a una amiga, es verdad que hay tareas del hogar que pueden delegarse. Incluso tareas de mamá que alguien puede hacer por mi. Pero yo decidí, junto con mi marido que esa sería mi chamba. He dicho que me tiembla la mano al decir que soy 'ama de casa', pero a decir verdad, ya me anda gustando.

Mi familia está bien en Puebla. Mis hijas son niñas felices y espero que mi marido también. Soy afortunada de poder atender mi casa.

Llegará el momento de volver a la vida laboral, o no, no lo sé. Dejó de ser prioridad. Por ahora estoy en donde debo estar, donde se me necesita, más que donde se me quiere.

El campo profesional que elegí y en el que me desempeñé durante 10 años exige mucho: tiempo y esfuerzo, que hoy por hoy le pertenecen a mi familia.

Creo que debí pensarlo mejor y dedicarme a otra cosa... no sé, no sé... notaria? ccp Connie Quirós

jueves, 15 de diciembre de 2011

La suerte de la fea...

'La selección musical de mi reproductor MP3 región 4 me hace ver cool'
- Jesús Santos Pérez. En algún momento de Diciembre 2011

Palabras de mi marido que puse en duda, puesto que no se puede ser juez y parte. Desde luego todos consideran que su selección musical es la mejor. Habrá que ver, dependiendo quién juzga.

Veníamos en el coche, escuchando música. Le estaba echando carrilla por su contundente declaración cuando sonó una alegre melodía, una rolita que me gustó. Jesús sonreía al cantarla. Eso fue suficiente para interesarme y poner atención a la letra (en inglés).

¿La canción? 'If you wanna be happy' de Jimmy Soul.

Los curiosos pueden disfrutar el video aquí: If you wanna be happy

Jimmy sugiere a los caballeros desposarse con una mujer fea, puesto que siempre estará dispuesta a atenderlos. Mientras que una bonita, podría hacerlo ver pequeño y no siempre tratarlo bien.

Algo comentamos en el momento. Y ahí quedó. Pero el ratón que le da vuelta a la rueda de ideas en mi cerebro siguió corriendo. Entiéndase: me quedé pensando.

¿Es posible que las bonitas se esfuercen menos por mantener al hombre a su lado? Mmmm... ¿Será que la fea tiene otro tipo de habilidades y cualidades que al final la hacen más atractiva?

Lo dice el dicho con el que medio titulé ésta entrada: 'La suerte de la fea, la bonita la desea'.

Puede ocurrir que las niñas 'estupendas' (término recién adquirido, utilizado por un conocido mío muuuy cercano para definir a las guapas guapas en la etapa preparatorio-universitaria) crean que con su cara bonita y su figura perfecta ya están del otro lado. Y que con eso tienen suficiente para hacer caer a cualquier incauto en sus seductoras redes.

En muchos casos, seguro lo conseguirán. Pero a la larga, para la relación definitiva, quiero pensar que el hombre busca mucho más. Una mujer con sustancia. Que haya leído más libros y tenga mayor conciencia de su realidad y el mundo en el que vive que Peña Nieto, seguro.

No una mujer que pueda recitar a Sor Juana, que sepa tocar el violín, hacer grabados. Probablemente no, eso se lo dejamos a los personajes de Jane Austen. Pero sí una mujer que pueda ser mujer. Que pueda dirigir una casa y resolver los problemas cotidianos de la vida sin tener que acudir a él en primera instancia.

No soy de las que piensa que todas las bonitas son bobas o todas las feas talentosas. No creo que una cosa esté peleada con la otra.

Creo que la mujer debe saber un poco de todo. De música, de teatro, de literatura, de arte, de folklor, de baile, de danza, de gastronomía, de tecnología, de negocios, de lo que gusten. Cultura.

Una mujer, bonita o fea, si es culta siempre resultará atractiva.

Las mujeres guapas también son rechazadas. Mucha cara bonita, y nada más, también cansa.

Seamos bonitas, seamos guapas, seamos elegantes. Pero seamos listas. Ojo, que digo listas y no sabiondas. Mujeres con criterio, con opiniones. Mujeres 'Paquete monstruo'.

Las hay. Conozco aglunas.

No voy a incluirme descaradamente en ese grupo. No, eso sería vanidoso. Solo diré que me queda claro que a pesar conocer la rola de tiempo atrás, Chuy ignoró los consejos del Jimmy.

Y si de plano llegara a ocurrir que los hombres las prefieren feas, ya estuvo que mis hijas no se casarán con nadie. (Chuy, puedes descansar... ahá)

jueves, 24 de noviembre de 2011

Por si pensaban que da igual que esté papá...

Después del post de las Princesas, por el que fui calificada de 'cursi' públicamente en Twitter, me quedé dando vueltas a varias cosas

Lo siento Fer y Pau, no he acabado con el tema. Tengo más fiebre princesoide en mi cerebro, y pienso que es mejor vomitarla de una vez. Las guácaras suelen terminar con mis dolores de cabeza, así que ahí voy.

El asunto de ésta ocasión es de mayor complejidad. Es por la repetida cuestión de que 3 niñas de menos de 18 años se enamoran en 15 minutos del príncipe azul, gallardo, hermoso y gentil (¡qué asco! disculpen, primera emanación de vómito a la vista).

No hay que ser muy listo, creo, para deducir de primera instancia cuál es el problema. Ninguna tiene papá. Sí, nuestras heroínas de voz celestial sufren de daddy issues.

Soy conciente de que Aurora sí tiene padre. Pero vivió sin él durante 16 años en una cabaña en el bosque criada por 3 mujeres que le prohibían hablar con quié
en fuera. Con razón se lampareó cuando vio al Felipe. Así hasta yo. (hmmm...)

Supongo que por la época del estreno de las películas (1937, 1950 y 1959) sería común que las muchachitas jóvenes no tuvieran papá. Pérdidas post guerra. Y me resulta de impacto que una película animada refleje, tal vez sin intención, lo que ocurre cuando hay ausencia de papá en casa.

No sé si mis lectoras estén al tanto de que la educación afectiva de las mujeres depende directísimamente de su relación afectiva con el papá en los primeros años. De eso depende todo el esquema mental que la mujer se forme con respecto al hombre.

Ahí anda una metidísima en sus vidas, enseñándoles ésto, diciéndoles lo otro, echándoles rollos pre adolescentes, y resulta que la chamba fuerte se hace antes y la hace él. ¡Quióvole!

No digo que la labor de la madre no se importante. Pero si papá no la quiere, la abraza, la besa, le dice lo linda, buena, inteligente que es, caerá redondita con el primer caballero que se lo diga (patán o no). Y, vamos, algunas ya sabemos que unos cuantos machos son capaces de proferir cualquier melosidad que haga falta para conseguir lo que quieren. Menores de edad, castas, puras y virginales tápense los ojos: sexo.

Una mujer que no ha tenido cariño paternal durante la infancia lo buscará a como dé lugar y con quien sea. Aunque lo niegue.

La próxima vez que alguien entreviste a una sexoservidora pregúntele de mi parte cómo fue y es la relación con su papá. Desconozco el dato, pero me gustaría conocerlo, nomás pa corroborar teorías.

Tampoco digo que todas las mujeres que carecen de figura paterna terminen tiradas a la perdición, no. Algunas suplen esa carencia con otra figura masculina.

Hay de dónde estudiar el tema. Si alguien gusta no dude en pedir las referencias.

Podría alargarme demasiado. Pero por ahora mi punto es, amigas, que tengan muy en cuenta éstos detalles y los hagan saber a sus futuros  o actuales príncipes, para que cuando tengan princesitas rondando por la casa reciban mucho cariño de papá y no se vayan en 10 minutos con el primer Felipatán que se atraviese en su camino.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Lo mejorcito de Puebla...

Tengo una amiga.

Lo sé, no suena emocionante. Habrá quien tiene 2, 5, 8 o hasta 20. Yo no. Tengo pocas. Poquísimas.

El viernes, Mariana, mi ahijada que vive en Nicaragua, me preguntó por BB Messenger cómo me iba en Puebla. Le dije que bien, a secas. Se sorprendió. Me dijo: 'pero ¿cómo?, siendo tú tan amiguera'.

No, le dije. Una cosa es tener gente para todo y otra ser amiguera. Soy selectiva con mis amistades, ni para qué negarlo. Conozco a mucha gente a la que admiro, respeto y le tengo cariño, pero hablar de amistad, es otro boleto.
Yo no estoy segura de cuánto tiempo tenga que pasar o qué experiencias se deban compartir para poder llamar a alguien amig@. No creo que haya un estándar o fórmula. Creo que las amistades simplemente se dan. Unas rápido, otras requieren tiempo.

No sé si les ha pasado que de pronto haces conecte con alguien. Así nomás. Hay un 'click', química, combinación de signos solares, casa astral , aura o lo que gusten. Pero hay gente que de primera intención sabes que rondará por tu vida con frecuencia y probablemente de forma permanente.

A las amigas de secundaria y prepa que reencontré recientemente gracias a las redes sociales no tuve que frecuentarlas todos los días. Han pasado años desde que nos vimos por última vez y sé que ahí están, tal como ellas saben que aquí estoy. Y tengo absoluta certeza de que nos acompañamos y acompañaremos en las cosas significativas de la vida. Aunque estemos lejos. Porque somos amigas.

Es más, algunas de las mejores que tengo ya no vivían en San Luis antes de la mudanza a Puebla. Y hablo más con ellas que con mi marido (es que no tiene pin).

Me desvié. Retomo. ¿Quién es la amiga de la que hablaba al principio? Es nueva. Es poblana. Se dice fácil, pero ya voy viendo que se requiere de esfuerzos para ganar los corazones poblanos. Y ella abrió el suyo para mi desde el día 1.

Nos hemos visto muy poco. Pero hablamos todos los días. Nuestras hijas son compañeras en el Kinder. Ya saben, de esas Diosidencias...

Me hace sonreir y reir a carcajadas. Disfruto que comparta mi sentido del humor. Creo que ambas teñimos de acidez los momentos complicados de la vida y sabemos convertirlos en broma. Más por instinto de supervivencia que por talento de comediantes. 

Es de mente ágil. Soy fan de sus Hashtags en Twitter. Me divierto con ella. Ama a su princesa como yo a las mías. Es generosa.

Ella me ha llamado en Twitter: su mejor descubrimiento del 2011. Creo que debería devolverle la flor.

Hay más. Estaría grueso hablar de amistad cuando todo son risas. No ha sido así. No. Ha confiado en mi. Conozco lo que probablemente para ella sea, hasta ahora, el episodio más triste de su vida. No lo voy a hacer público, porque es suyo. Pero que les baste saber que su corazón sufrió un golpe muy duro hace poquísimos meses.

Sì, la conozco poco, pero la admiro, porque es fuerte. Hasta ahora me ha dado la impresión de no dejar de sonreir, trabjar, vivir... Entera. No como quien vive en negación y esconde el dolor. No. Como quien le hace frente. Valiente.

El mismo viernes, mientras yo 'veía' partidos de fut del Sauces, nos pinéabamos. Me dijo bromeando: 'yo quiero ser como tú', por motivos que ni para qué mencionar. Lo que no sabe es que sacaría mayor provecho yo intentando parecerme más a ella en reciedumbre.

Tal vez no sea del todo ortodoxa la expresión, pero me la aviento porque seguro que con lo dicho en éste post cualquiera reconoce la intención: ésta vieja es chida. Y es mi amiga.

Tiene un par de meses en mi Facebook y ya se ha convertido en una de mis favoritas.

Sí. Sin duda le devuelvo el cumplido. Connie, bienvenida a mi Top 10.

viernes, 11 de noviembre de 2011

La vida en rosa...

¿Hay algo más cursi que las princesas de Disney?

Tal vez... un moño de tul morado con lentejuelas, un pastel de merengue de Sanborns, los ositos cariños, algunos status de facebook, mis queridas ex alumnas Ana Sof y Sofi Rojas, qué se yo, probablemente sí hay cosas más cursis, pero por ahora me quedo con la imagen de las delicadas y exquisitas princesas.

Cuando Ana Luisa era bebé me enorgullecía que no le atrajeran en lo más mínimo las mencionadas señoritas. Ella estaba clavada con Mickey Mouse y las Mascotas Maravilla.

Una amiga, Paty, me decía: 'Espéeeerate'... así con tonito alargado y burlón que pone en evidencia tu completa ingenuidad.

Al día de hoy, con 2 años y 8 meses mi Bichito es super mega fan de 3 de ellas. ¡Ah sí! Sólo 3. Las otras no le atraen para nada. Y optó por las clásicas: Aurora, Cenicienta y Blancanieves, en ese orden.

Jesús me acusa de haberla introducido en ese mundo. Sí, es verdad. Le puse la Bella Durmiente cuando la descubrió en sus huaraches rosas de corazón, que no se quitaba más que para dormir.

Le pregunté si quería ver la película, dijo que sí. Se la puse y ¡Dios bendito!, desde ese día la he visto más veces que en mi infancia, creo, habrá que ver qué dice Teté.

La fiebre princesoide está gruesa. Así duerme:


Come en platos de princesa, baila todo el día y canta igual de cursi que ellas. Se jura Aurora y ya amenazó con querer fiesta de princesas rosas para sus 3 años.

Es tierno. En verdad. Siempre que no crezca con la idea de que el amor es así de sencillo como lo mira en la pantalla.

Pensemos un poco. Cenicienta asiste a un baile. Según el reloj de la torre del Palacio, la cita era a las 8:00pm. En lo que las hermanastras le desgarran el vestido, ella llora en el jardín y el hada madrina hace su magia pasarían ¿un par de horas? Veámonos benevolentes, una hora. Es decir, la damita llega al fiestón a las 9:00, 9:30... elegantemente tarde.

Está poco más de 2 horas bailando y paseando por el jardín con un caballero que acaba de conocer. Sale corriendo, pierde un zapato. Al día siguiente la encuentran gracias al zapato en cuestión y de inmediato se va y se casa con el Príncipe...

Aurora igual. Baila con Felipe en el bosque y para el atardecer ya está dispuesta a irse a vivir con él. Pero tiene excusa, era princesa y su matrimonio estaba arreglado desde su nacimiento. ¡Pobre! Si casándose queriendo de pronto llegan los second thoughts (diiicen, a mi no me consta...).

Y Blancanieves, se deja besar por un desconocido con el que dichosa en sus brazos irá a un castillo hechizado de amor (no miento, así lo canta ella).

'¡Vaya historias más ridículas, ¿no?!' Así me dijo Jesús. ¿Qué le pones a ver a tu hija? Por favor que no aprenda que al amor es así.

Eso depende de nosotros. El amor no es ni rápido, ni fácil... mmm.

Tengo que hacer una pusa obligada porque, de acuerdo, si algunos están pensando que mi historia con Jesús fue más rápida que cualquiera éstas podrían estar en lo correcto. Peeero, a nuestro favor, nosotros pasamos por conversaciones intensas antes de tomar LA decisión. Y, a nadie le consta de qué conversaron y si conversaron las parejtas de Disney en el breve tiempo
que compartieron al conocerse.

¿Hablarían de dinero? ¿De si Cenicienta seguiría trabajando? Porque no sea que luego siente que no se 'realiza' por no tener tarea profesional. Y como ya la rodeará una fila incontable de sirvientes pues pue que le caiga la depre por no tener qué hacer.

¿Planearían los hijos que quieren tener? Porque al papá de Felipe ya le anda por los nietos ¡eh! ¿Qué religión tendrían? ¿Cómo se educaría a la familia? Si les gustan los perros o los gatos. Si se bañan o no los domingos. Si el príncipe le entra a las garnachas... En fin, ya saben, esas cosas 'triviales' que platican los enamorados cuando se plantean un futuro permanente juntos.

Depende de nosotros, sus papás dejarlas crecer con la ilusión de las princesas pero tambén ponerles los pies en la tierra y enseñarles que el amor es donación. Un darse sin condición y que es una decisión que tiene más que ver con el corazón, sí, pero también con la cabeza. Decido amar.

Eso sí, un consejo que le daré a mis hijas: Pregunten los gustos cinematográficos del príncipe encantado, no sea que resulte de esos que disfrutan películas de ataques alienígenas en ciudades europeas, ¿verdad Jesús?

miércoles, 9 de noviembre de 2011

De contagios y lecciones...

Anoche fui al cine.

Confieso que no pensaba que una frase de ese tipo pudiera aparecer pronto en mi Blog, pero sí. Gracias a que Santa Adelina se quedó con las niñas y el marido y yo decidimos ignorar el cansancio, nos lanzamos a ver Contagio.

Se vibraba buen humor, y al llegar a Cinépolis hasta un chistín le hice a Chuy: 'Así que... ¿así es como luce una sala de cine?'. (Ya las había olvidado)

Lo maravilloso de la situación es que salimos porque ya estamos hasta el meritito queque de estrés, agotamiento, falta de sueño, etcétera. Queríamos una película que nos relajara.

¡Error! Con la mencionada cinta conseguimos todo menos el anhelado relax.

Terminamos pasando estrés de hora y media. Aún así, estrés a gusto, porque la película es buena, así, a secas. No es el hitazo del otoño, pero está bien. Buenos actores. Jude Law, ladies... eso ya compensa el pago por la entrada. Y mi favorita Kate Winslet.

Incluso Marion Cotillard para los caballeros y hasta Gwyneth Paltrow para quienes disfrutan a las rubias desabridas sin chiste, como Chuy.

Lo que sí pudimos ver es que hay gente en mayor desgracia que uno, aunque sea 'ficción'.

En los últimos días el status de mi Blackberry Messenger dista de poder ser calificado como optimista... Y las imágenes han hablado por sí mismas. (A su derecha un ejemplo)

Hay veces y veces. Hay días y días, y semanas y meses y vidas enteras.

Si ya lo dijo XTROLOGY en Twitter, con todos sus conocimientos de 3 pesos sobre los astros:

One part of a # wants to give up while the other keeps going.

Y debo decir que iba ganando la parte que quiere mandar todo a Chiluca (si no saben dónde queda pregúntenme y se los aclaro).

Si lo anterior no fuera motivo suficiente para una profunda reflexión, mi amiga Yola me remató con un pin justo antes de entrar a la sala de cine.

Me dice algo así como: 'Vi un libro y pensé en ti'.

El libro: ¿Se puede aprender a sufrir? de José Pedro Manglano.

El proceso mental que siguió a su amable contribución fue expresado por Bárbara Aranda, ex alumna del Lomas que ahora vive en Puebla, en un tweet:  Odio hablar con mi mejor amiga, porque luego luego me recuerda lo cobarde y mediocre que soy.
Yola es una excelente amiga de varios años. Lejos de ofenderme, sentirme mal, querer lanzarle un improperio, le dije que la respuesta automática es: Sí, y me urge.

A lo que amablemente respondió: 'al ser humano en general'.

Es verdad, tiene razón. Le agradezco porque sus breves palabras fueron un balazo directo a mis neuronas. 

No sabemos enfrentar el dolor y el sufrimiento. Y no me refiero a las cosas grandes, a las tragedias que en verdad causan duelo. No, a las cosas cotidianas, las pequeñas luchas de todos los días. Las contrariedades, los obstáculos, los malos días... Se requiere de una gran fortaleza y todo un ejercicio de la voluntad para hacer frente a las... @#/%! (disculpen el francés), de todos los días.

Yo quiero aprender. En verdad. Y lo peor, sé cómo... Toda mi desesperación, frustración, depresión, comezón (ahh porque traigo un problemita dermatológico), y todas las terminaciones en ción, sión y zón, son el reflejo de mi falta de paz interior.

Es que es más fácil hacerse la vida difícil, dice mi papá. Y sí. Contradicción del ser humano que ansía locamente salir de una situación y hace justo lo que está en sus manos para mantenerse ahí e incluso ir más a fondo. Quieres pero no quieres. Sabes cómo pero no quieres.

Complejo, muy complejo, y al mismo tiempo tan sencillo.

Lo que sí es que una vez vista la luz ni cómo hacerse ... wey (disculpen)...

Durante muchos años se me ha dicho que mi problema es no saber decir 'no', (mío y de gran parte de la humanidad). Pues cosa curiosa, el reto ahora es aprender a decir 'sí'... ¿a qué? A todo. A lo que venga y como venga.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Sonrisas de pasillo 2...


'¡Señora bonita!, buen día, pase usted, ¿gusta probar? permítame que le muestre'

Esa era la estrategia de ventas de Tom (no recuerdo su apellido) cuando trabajábamos en lo que antes conocíamos como Price Club, ahora Costco.

Teníamos entre 16 y 18 años. El cuate era un hit con las señoras. Recuerdo que algun@s dejábamos nuestro puesto por unos instantes para ir a verlo en acción. Era galán, sí, pero no un Adonis. Tenía verbo. Y a punta de halagos y sonrisas conseguía vender lo que fuera.

Y con lo que fuera me refiero en verdad a lo que fuera. Cada uno de los 'demos', como nos llamaban, teníamos un producto para ofrecer a los clientes durante el día. Invariablemente Tom aumentaba las ventas de lo que le tocara.

No los engaño. Vi salir del almacén a señoras con mugres que probablemente ni usarían, o con productos carísimos que únicamente servirían para complacer los caprichos de sus críos.

No sé qué habrá sido de su vida, ni dónde se encuentre ahora. Ayer lo recordé.

Pese a que había tenido una mala experiencia en Chedraui el domingo, y un par más acumuladas en San Luis, decidí hacerle caso a Chuy y darme la vuelta por la tienda para hacer el super.

Llevaba unos minutos ahí con la cabeza a mil por hora, ya saben, cerebro femenino que piensa cualquier cantidad de cosas útiles e inútiles y todas al mismo tiempo:

Que si a Mariana le están saliendo los dientes y le duelen las encías, ergo, está más chillona de lo habitual, que no es poca cosa. Que el jeep de Chuy se descompuso y andamos arreglándonos la vida con un solo coche. Que ya son muchos días sin escribir en el blog. Que me urge ir a San Luis y no puedo porque mis papás se están cambiando de casa. Que cuál será el color de esferas del árbol navideño éste año. Que necesito pintarme las terroríficas canas que se asoman por mi cabeza. Que hay que hacer de comer. Que Mariana necesita vacunas. Que hay que correr en el super para recoger a Bicho del kinder. Que las niñas necesitan ropa y zapatos. Que la casa es fría y el invierno se dejará sentir y bien. Que Mariana necesita corte de pelo porque trae una mata goleadora horrenda. Que León Krauze se va a vivir a Los Ángeles. Que la Casey de Hi5 anda vacacionando en Bali (¡maldita!)... etcétera...

Y ahí voy caminando con cara de prisa y de 'pensando todo lo anterior y más', con el ceño medio fruncido porque ya van muchas noches sin dormir bien, con un hambre de perro callejero (cosa que resulta muy mala porque se te antoja todo lo que ves), cuando me detengo en el área de salchichonería.

- ¡Buenos días guapa!

Cara de confusión. Más que nada porque conoces bien que la expresión de tu rostro y tu elección de atuendo del día no hacen que te destaques del resto de las mujeres.

- ¿Qué le ofrezco bonita? ¿Qué puedo hacer por usted? A sus órdenes. Estamos para servirle. ¿Más delgadito su jamón? por supuesto, usted manda señorita.

No bueno, el 'señorita' me ganó. Salí con algo más de lo que acostumbro pedir. Y de pronto me vi... ¡Soy una de las clientas de Tooom!

Momento, momento. Pausa. Piensa, piensa.

- En el super
- Comprando comida y artículos de limpieza
- Con prisa por la niña que llora en casa
- Doble prisa porque tienes una hija que recoger del kinder
- Con ceño fruncido por cuatro mil dos pendientes
- Respondes a los cumplidos con sonrisa tonta y adquisición de productos

¡Dios! ¡Soy una señora! (¿te cae que hasta ahorita te cayó el 20?)

Pero ¿en qué momento? Si yo tenía 16 años y estudiaba prepa en La Salle y trabajaba en Price Club...

...¡Ah! el tiempo... cruel, cruel tiempo...

Hoy tengo 34, no estudio, no trabajo. Vivo en Puebla y soy mamá 24/7.

Voy de compras y traigo pasta de hojaldre y cerezas para hacer pay. aprovecho las ofertas. Me detengo a revisar los artículos navideños para decorar mi casa y me vuelvo loca de emoción en el pasillo de artículos de cocina. Me fascina ver las novedades en platos y vasos de Kitty, princesas, Mickey Mouse y amigos...

Sí, soy señora. Sí, soy mamá. Al día de hoy me provocan más ilusión las novedades de Carter's que las de Victoria's Secret... y ¡me encanta!

Soy experta en caricaturas y películas infantiles. Sé cómo entretener por horas a dos niñas menores de 3. Recorto fomi, dibujo con colores y crayolas. Hago dibujos con plumones. Pinto con gises y hasta sé pintar arroz de colores para hacer obras de arte. Juego a las luchitas y hago feliz a Bicho con el juego del chocorol (si la duda les mata pregúntenme por él).

Soy mamá.

No encontré todo lo que buscaba en Chedraui, pero salí con una rayita más de autoestima (aunque Fer Marín considere que la tengo sobrada) y un monedero con $6 (sí, 6 pesos) para mi siguiente compra.

Soy una de las señoras de Tom.

jueves, 6 de octubre de 2011

A mis lectoras...

Solteras, casadas, jóvenes, no tan jóvenes, alumnas, ex alumnas, estudiantes, mamás, abuelas, tías, amigas. Es muy variado el grupo que sigue éste blog, al que le estoy muy agradecida.

Desde hace poco más de una semana el tema del aborto o "interrupción del embarazo" como lo llaman algunos para limpiarse culpas ha estado con presente con intensidad en las redes sociales. En éstos días ya menos, Steve Jobs es el tema, pero volverá.

Mucha gente que conozco es de la banda 'pro vida', lo cual me da bastante alegría. Pero también hay algunos que defienden el 'derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo'. Cosa curiosa, dado que la decisión afecta precisamente a un cuerpo que no es el suyo y al que nadie defiende, pero ese tema es muy amplio y complejo para un post.

Desde hace varios años a mi alrededor he escuchado muchas historias de pérdida. Amigas a las que la ilusión de ser madres de pronto se les convierte en una cruda y opuesta realidad: perder un hijo. Yo no tengo idea de lo que significa atravesar una experiencia de ese tipo, pero tengo hijas, y sé el dolor que me causaría cualquier mal que cayera sobre ellas.

Pérdidas de bebé a las pocas semanas de gestación, pérdidas de bebés recién nacidos, cargar bebés sin vida en el vientre y hacer el esfuerzo de parir a una criatura sin vida porque no hay otra forma de sacarla. Bebés prematuros que pasan días, semanas y meses en hospitales y no consiguen salir adelante. Y hasta la pérdida de un hijo ya mayor.

Por otro lado, están las historias de mis amigas que no pueden concebir. Las que luchan años con tratamientos y se someten a una revoltura de hormonas para poder formar una familia. Muchas, en verdad demasiadas. Me sorprende la cantidad de gente que conozco y sigo conociendo que tiene dificultades para procrear.

Luego están las amigas que 'ahorita no', que quieren esperar. Yo he formado parte de ese grupo, y a veces a ratitos todavía. Y más radicales aún las que de plano ni quieren y, según ellas, ni querrán.

¡Somos tontas! De verdad. Habemos de todo: las que quieren y pueden, las que quieren y no pueden, las que pueden y no quieren ... ¿no les resulta un tanto injusto? A mi sí. Pero tampoco sorprende. Viviendo en un mundo falto de generosidad, ¿qué esperábamos?

Alguna vez terminé un noviazgo porque el caballero había decidido categóricamente que quería dos hijos cuando mucho. Los motivos: no quería dejar su estilo de vida; viajes, ropa de marca, buenos zapatos, salidas a lugares de prestigio, espectáculos... Cada quién. Pero eso no era para mi.

Yo veo dos cosas, por un lado hemos perdido de vista un detalle: los hijos no son un derecho, son un don. Y ¿qué es un don? La Real Academia Española lo define como 'Dádiva, presente o regalo.' Ya quiero verlas, mujeres, regresando un regalo valioso. Y las hay, miles, millones de mujeres el mundo diciéndole a Dios: 'Ahorita no, gracias, igual si regresas en otro momento te lo acepto'.

Disculparán ustedes, pero la excusa aquella de: 'es que ahorita no es un buen momento', me provoca náuseas. Un embarazo es una posible consecuencia de la vida sexualmente activa, y si se da se afronta, responsablemente. Es mucho lo que está en juego.

Por otra parte, está el asunto de pensar que cuando queramos, cuando nos decidamos, el milagro de la vida ocurrirá, así, sin más, porque lo queremos.

Hace un par de días hablando con una amiga de mis típicas novelas mentales le decía que no sabía si trabajar, si seguir dedicada a la casa, pero que probablemente si trabajara se interrumpiría porque me embarazaré de nuevo, etcétera. Y ella, muy serenamente, y con toda razón, me dijo: 'Para un poco, para empezar no sabes si Dios te mandará un tercero o un cuarto. Ahorita tienes dos y sobre eso planea '.

¡Válgame! Yo lo doy por hecho. Doy por hecho que en el momento que yo diga 'hágase', vendrá otro hijo. Pues ni que fuera Dios. Parece un absurdo, pero al ser humano ya se le ha hecho costumbre eso de sentirse omnipotente y andar repartiendo y sustrayendo vidas a merced.

Yo no me quiero poner en posición de juez, que se me da, con mucha frecuencia y facilidad. Pero éstos son temas delicados. Seguramente tocaré fibras sensibles y de gente cercana. Pero las cosas que digo a éste respecto no son ideas originales, ¡qué va!, tengo mis ratos pero no soy así de brillante. Me respalda la ley natural. Y hay cosas que son como son, guste o no.

Al final de la vida cada uno rendirá cuentas, como me decía una persona: a su Dios, gurú, líder espiritual o centro de energía. Yo lo haré con Dios, el que encabeza la Iglesia Católica Apostólica y Romana. Y ya me enteraré si hice bien o no.

Rezo (sí, yo rezo), por las que quieren y pueden para que venga la paciencia y la fortaleza. Pido por las que quieren y no pueden para que no muera la esperanza ni decaiga la alegría si en los planes de Dios no hay hijos para ellas. Y espero, de corazón, que el paso del tiempo no sorprenda a las que han decidido que no es momento. Que no se les pase de tueste la espera.

Que es decisión de la pareja, que es cosa de cada quién. Pues sí, cada quien haga lo que guste. Yo me quedo con unas palabras de Chuy (1, 2, 3 o más hijos) 'de ninguno nos vamos a arrepentir'.

lunes, 3 de octubre de 2011

Mi Pikiye!

Hace unos días hablaba con Tony, mi hermano menor, y le comentaba que ya era yo conciente de mi mala memoria pero que había detalles que lo hacían más evidente.

¿Cómo cuáles? Cosas de Melissa, mi sobrina, se me estaban olvidando. Al día de hoy tiene 10 años, y pasó los primeros 5 muy cerca de mi. Créanme que cuando digo cerca en verdad me refiero a que prácticamente viví con ella todos sus momentos desde que nació hasta sus 5 y tengo muy fresco el cumpleaños 6 en el que me disfracé de Chilindrina, pero esa es otra historia.

La verdad es que muchos momentos y situaciones de mi vida estuvieron marcados por su nacimiento. Yo andaba con planes de irme a Argentina disque a estudiar periodismo deportivo o no sé qué cuando Tony nos dijo que sería papá... No me pregunten por qué a mi me pareció que irme sería imprudente. Ni que yo fuera a parir o mantener a la criatura, pero igual preferí quedarme.

Tomada esa decisión me metí a trabajar de lleno en el Lomas del Real (poquito trascendente ese movimiento en mi vida...). Ahí haría carrera en educación, me haría experta en adolescencia y conocería a mi futuro marido... nada más.

Empezó así: Domingo 11 de marzo de 2001 en Misa de 6 ó 7 en la Sagrada Familia veo a mi hermano a lo lejos (cada uno iba por su lado) corriendo para contestar la llamada que entraba a su celular. "Ahi viene Melissa", pensé de inmediato. Y sí, alrededor de las 11pm nació el pedacito aquel con los enormes ojos, que la caracterizan hasta ahora, bien abiertos.

Recuerdo un momento feliz. A pesar de que mi hermano tenía apenas 17 años y mi cuñada 16, el hecho de ver a aquella niñita sana y curioseando desde el minuto 1 de vida fue una alegría inmensa.

La pasaba a visitar saliendo de trabajar. La cargaba, la dormía, se quedaba perdida de sueño sobre mi pecho a las 3 semanas. Tiraba baba por ella ¡vamos!

Me perdí su fiesta de 1 año. Andaba en unos menesteres  que me lo impidieron y lamento haber faltado. Ni modo. Se lo compensé de muchas formas, creo.

Se quedaba a dormir en mi casa (cuando vivía con mis papás), la llevaba al cine, salíamos a comer, jugábamos, nos disfrazábamos, bailábamos, cantábamos, paseábamos, horneábamos galletas, me acompañaba a eventos del colegio, iba con mis alumnas al Catecismo de los sábados en Milpillas, es más, hasta le festejamos un cumple ahí con pastel, dulces y toda la cosa... En fin, hacíamos de todo. Tengo recuerdos muy divertidos.

Ahora que pienso, muchas de las cosas que hago y veo ahora con mis hijas las hago por segunda y hasta tercera ocasión. Meli me levantaba los sábados a las 8 a ver La Casa de Mickey Mouse. Ahora la veo a las 9 y ya hasta me sé los diálogos... ¡Me hace una ilusión!

Probablemente un dato que nadie sepa es que hice mayor amistad con César y Caro (ahora padrinos de Ana Luisa) por "playdates" con Meli y las hermanas menores de Carolina.

Con ella me di cuenta de lo importante de ser mejor persona, pues sería su ejemplo; de adulto, de tía, de mujer soltera, de lo que gusten... Debo confesar que me ayudó a hacerme más fuerte, a ser generosa, a dejar el amargue, a combatir la pereza y a hacer el ridículo sabroso públicamente y en privado.

Creo que hubo un momento en que Melissa fue prioridad en mi vida. Cualquier cosa que ella requiriera era más importante que todo lo demás. Más que mi sueño, mi hambre, mi descanso, mis caprichos, mis preferencias televisivas, mi cansancio y planes... Así de importante.

Por si fuera poco, convivir con ella me hizo darme cuenta de que el matrimonio y la maternidad eran para mi. No es poca cosa ¡eh! Todos creen que están hechos para ser esposos y padres, y no es así.

La miraba y me ilusionaba pensar en mis hijos. Cosa que, dicha sea de paso, se vislumbraba bieeen harto lejos. No nos engañemos, a los casi 30, sin novio ni cosa parecida cerca uno comienza a dudar de que ese sea su camino. Las cosas llegan a su tiempo para cada quien, pero a mi ya me se me andaba viendo cara de celibato apostólico.

Dicen que no hay instructivo para ser mamá, que no hay un manual que te diga cómo hacer las cosas. Es verdad. Y cada hijo es distinto, así que habría un manual por cada persona que llega a éste mundo y eso sería un excesivo desperdicio de papel. Pero yo tuve entrenamiento. Siendo tía me preparé para ser mamá, es un rol de pocas tuercas y lo gocé tremendamente.

Gracias Melitin por enseñarme a querer desinteresadamente. Te quiero Pikiye. De eso sí que me acuerdo bien.

Tu tía Makayuela.

lunes, 26 de septiembre de 2011

¡Búfalo!... ¡Tatanka!

¿Recuerdan 'Danza con lobos'?, pelìcula de Kevin Costner en la que interpreta a un oficial de la caballería del Ejército de Estados Unidos que se vuelve amigo de un grupo de indios Lakotas.

¿Sí, no? No importa.  Solo me importa una escena. Una mujer le enseña que búfalo se dice tatanka. Él, emocionado por comunicarse lo repite una y otra vez como un tarado. Búfalo, tatanka, búfalo, tatanka, búfalo, tatanka...

Desde el año 90 que mi familia y yo vimos la mentada película quedó como un chiste local el asunto de búfalo-tatanka, y lo aplicábamos a la gente que salía con 'indiadas' (me invento el término). Y no dependía de clase social, de status, de profesión, lugar de vivienda, ni mucho menos. Era para aquellas ocasiones en que el sentido común quedaba a deber.

Ok. Pausa. Dalay. Serenidad...

La semana pasada mis amigos de Facebook y seguidores de Twitter supieron de mi leve desquicio porque la nueva empleada del hogar decidió tirar la comida del día a la basura. (Antes de comerla eh, sí)

El domingo llegamos de San Luis, después de puente de quincena. Yo no había hecho el super. Pero no importaba pues tenía congelado un picadillo de unas semanas atrás, y con eso ya nos armábamos.

Pues no, July decidió que como estaba afuera del refri ya no servía y se iba pa la basura. (Colapso, convulsiones, vena de la frente saltada, ojito de ardilla de era del hielo...)

No bueeeno, el deseo de arrancarle la cabeza me recorrió todo el cuerpo.

Así que sin decir más que: 'No July, era la comida de hoy. No tires nada que yo no te diga', me retiré a twittear el suceso. Ustedes saben, hay que encontrarle válvula de escape a ciertas situaciones. Era eso o liberar a Momzilla...

Los comentarios jocosos de las amigas me ayudaron a llevar el momento, pero el coraje seguía ahí. Eso sin mencionar el grano en la lengua del antojo que le traía al mentado picadillo. Desde ahí mis sospechas con respecto a la falta de sentido común de mi ayudanta comenzaron a rondar por la cabeza.

Luego va uno encontrando detallitos, leves, cualquier cosa. ¿Quién quiere una persona que limpie bien? ¡No hombre! Con una 'pasadita' y ya está... al cabo que ni tengo hijas pequeñas que habitan en el piso todo el santo día y una que se mete a la boca cuanto encuentra a su paso.

Soy fan de ir limpiando yo lo que se supone que ya está limpio... (sarcasmo).

Aclaro que se le ha dicho lo que se espera de ella. Para algunas cosas incluso 3 veces, y las sigue haciendo... mmm diferente de como yo esperaría, pa no decir que fatal, porque sí estaría muy gacho.

Ya coqueteaba yo con la idea de conseguir otro tipo de ayuda, ¿verdá?

Y hoy sí, hoy sí fue el día de la decisión. Mi querida July se va a ir. ¿Creen que por lo anterior? No, no... estaba dispuesta a darle una semana más, volviendo a indicar cómo hacer las cosas. Pero un pequeño detalle cambió mi plan.

El sábado, cumpleaños de Marianita, salimos a dar una vuelta. Ana Luisa venía en el coche, atrás en su sillita, inusualmente llorona, pidiendo con insistencia salir del coche. La pusimos en su lugar y le dijimos que se aguantara a llegar a la casa, cosa que hizo.

Ni bien habíamos cruzado la puerta de la casa cuando escucho un ruido conocido y venga de ahí la vomitada. Sopita de fideos pa afuera.

Y de ahí siguieron ... perdí la cuenta, pero puedo comentarles que terminamos de vomitar a las 3 de la mañana. A eso le pueden sumar las angustias de no poder hacer nada por ella. La criatura no soportaba ni beber agua. Pasamos las dos una noche fatal (papá y Mariana un poco también) pero al día siguiente como nueva. Ella con una pila como si nada hubiera sucedido.

Desde luego dimos vueltas a todo lo que comió ese día. Todos comimos lo mismo y nadie estaba mal... ¿la sopa?, no, ¿la nutella?, no... Terminamos por echarle la culpa a una masita para moldear, pero con reservas, pues hace ya un rato que Bicho no se mete a la boca todo lo que se encuentra.

Hace aproximadamente una hora descubrí qué pasó. No les voy a hacer el cuento cansado contando cómo salieron los detalles de la historia, me limito a dar la explicación:

July guardó durante una semana una manzana podrida en la cubetita del kit de limpieza de juguete de mi niña. La manzana presentaba varias mordidas del tamaño de la dentadura de la única de mis hijas que tiene dientes. (Inserte aquí sonido de pistola encañonada apuntando a los sesos de la 'guardadora de fruta en mal estado')

Ana Luisa y Mariana se caracterizan de Blancanieves para jugar, o que su mamá les tome fotos para presumirlas en BB Messenger, Twitter o Facebook, como sea... Y para la dramatización completa que acompaña al vestuario, tenemos una manzana de madera, sí, parece real, pero creo que cualquier persona con 2 dedos de frente podría reconocer una manzana de verdad podrida, aguada, enmohecida... ¿o me equivoco?

Estoy a favor del uso de la imaginación y contriguir a crear el ambiente para el juego, pero de eso a que consuman una manzana envenenada... ahora sí que como diría mi Bicho: pos no.

Así que, como ustedes comprenderán, las horas de July en esta casa van en cuenta regresiva... (marcha fúnebre en el fondo).

La vida no me trata mal, ya conseguí una... La número 8 en mi tiempo de ama de casa. Seguro algunas me dirán uhh y las que te faltan.

¡Qué flojera me daban mis amigas casadas (cuando yo era soltera) y sus temas de muchachas! ... ¡soy una más!

Disculpen si les arranco bostezos con mis 'agobios' y 'problemas'... pero ¡vamos! Bien que algun@s sí pensaron: ¿tatanka?... ¡tatankiiisima!

viernes, 23 de septiembre de 2011

Si de verdad quieren saber...

Aunque para muchos sea una auténtica vacilada el asunto de los astros, me divierten mucho los tweets zodiacales. Creo que varios reflejan muy bien personalidades de gente cercana, incluyendo la mía.

Recientemente me encontré con el siguiente:

": While diplomacy is a strong suit for , if you push too hard you'll get your answer & then some."

(Sí, yo soy géminis)

- Hace mucho que no escribes en el blog.

Eso me dijo Chuy hoy por la mañana mientras desayunábamos. Es verdad. Y con toda honestidad puedo decir que ha sido por falta de ganas. No me ha dado la gana escribir. No porque no tenga qué comentar.

- No quiero empezar de mal vibrosa con mis cosas, le dije a Chuy.
- Eso también es parte de..., me respondió.

La gente pregunta ¿cómo nos trata Puebla? La mayoría, pienso yo, que por mera cortesía. Pocos, porque realmente quiren saber. No lo señalo como cosa mala, sino como lo que es.

Mi respuesta es casi siempre la misma: - Bien, gracias. Y cambio de tema.

A decir verdad, no creo que much@s estén dispuest@s a escuchar o leer (dependiendo el medio de comunicación) un rollazo.

Pero, si en realidad quieren LA respuesta, se las dejo en éste post. Los que no... pues no lo lean y búsquense algo más que mirar en internet.

Que si estoy bien y contenta, pues sí. Tengo a mi familia conmigo. Un par de hijas hermosas y sanas que comen, juegan, se divierten, reciben y dan cariño. Un marido contento y motivado con su trabajo.

Que si soy feliz... mmm pues también, considerando que la felicidad no se mide ni materialmente ni por la calidad de las circunstancias. La felicidad entendida como un modo de conducirse en la vida, pues ... sí.

Ahá... es un "sí" dudoso. Lo importante de la vida está, y está bien. Eso debería bastar ¿cierto?... Pues no. Soy sere humano. Y los sentimientos y emociones me juegan chueco (si los dejo).

Me faltan cosas. Me falta gente. Me faltan lugares. Me falta la seguridad de saber dónde estoy y a dónde me dirijo cuando me subo al coche. Me falta saber que mi mamá, mi papá, mi hermano y mi cuñada están a la mano.

Me falta el Lomas del Real, me falta Cordillera, me faltan mis alumnas y ex alumnas (...oh, cierto, ya no tengo alumnas)... Quiero formar parte del Interclub 2011...

Quiero mis papas preparadas de Tomy Boli. Añoro los tacos del jefe. Me quedé con ganas de llevar a mi Bicho al Museo Laberinto.

Quiero festejar el primer año de Mariana con mis amigas y sus hijos.

Quiero saber dónde están los lugares y las cosas que necesito. ¡Quiero a Rosario! (mi antigua empleada del hogar)...

Si tuviera que comparar de alguna forma mi sentir, diría que con una olla express... sí, justo así. Tengo demasiado atorado. Tendré que encontrar la válvula de escape que deje salir poco a poco todo lo contenido, pues no queremos una explosión.

Aprenderé a hacerle de Popocatépetl... que estando activo e hirviendo en su interior se limita a echar cenizas...

Quizás eso puede ser mi blog... una humadera que cubrirá con algo de cenizas sus alrededores... Y que habrá que limpiar... ¡Ah si tan solo tuviera una empleada doméstica que lo hiciera bien!

Exagerada, me llaman. Que me preocupo por bobadas, que son tonterías... Tal vez... pero dejan de serlo cuando le pasan a uno. Ya entiendo a mis amigas que han cambiado de ciudad. Me queda claro el "miss you!" facebookero...

Extraño, y mucho. Tal vez más de lo que me había permitido reconocer hasta ahora...

Puebla no ha sido lo que esperaba.

La cabeza está en orden... pero al corazón le falta mucho para querer estar aquí.

lunes, 5 de septiembre de 2011

¿Más barato por docena?

A 5 días de cumplir un mes sin escribir. Creo que ahora sí me excedí con el receso. Para ser sincera, no entré al Blog porque no quería contar nada. Había cosas buenas, muchas, pero fueron días de adaptación a una nueva ciudad, en los que uno empieza a encontrar "peros" y a extrañar lo que tenía.

Yo he aprendido, bueno, escuchado, aprendido lo que se dice aprendido aún no, que : "si no tienes nada bueno que decir, mejor no digas nada". Soy muy bocona y la mayor parte del tiempo hablo desde el estómago. Así que ésta vez, en un intento de ejercitar la madurez, mejor me di tiempo y espacio de las Redes Sociales.

Hoy regreso. Y espero que sea con regularidad. La vida avanza como lo haría en cualquier otro lugar. Niñas creciendo, una en la escuela, la otra conmigo. Salidas, vueltas, super, el infaltable Costco de mi Bicho, Circo, vuelta en el trenecito del centro comercial, comidas con familias... Bueno, ya hasta hubo fin de semana con abuelos y tíos que se echaron la oportunísima visita.

Ayer fue un muy buen día. Nos invitaron a un rancho a comer. Seríamos nosotros, los anfitriones y otra familia.

Vale la pena mencionar que el lugar era impresionante. Una hacienda hermosa, rodeada de verde, con todas las comodidades, y podría asegurar que hasta más que en mi casa... ¡ja!

A mi Bicho se le fueron los ojos por los caballos desde que llegamos. Pero moría de hambre, así que llegó directo a comer, con la pena. Ella se sentó en su silla y a entrarle a la sopa, el arroz y las albóndigas. Orgullosamente puedo comentar que sin ensuciarse ni medio centímetro.

La anfitriona se lució preparando unos chiles en nogada exquisitos, con la receta de la nana de la familia de principios de siglo. Sus 5 hijos estaban ahí. Las dos menores se encargaron de hacerle la tarde amena a mis 2 princesas, y lo consiguieron.

Desde que recibí la invitación hubo algo que llamó mi atención. Hasta lo publiqué en Twitter y Facebook. Me dijeron que conoceríamos otra familia, pero no completa, pues únicamente irían 5 de sus hijos. ¡Ah no, bueno!

- ¿Pues cuántos son?
- 10

Conozco familias numerosas, varias. En una ocasión en una convivencia con señoras platiqué con una. Las dos estábamos embarazadas y llevámamos las mismas semanas aproximadamente. Recuerdo algo así:

- Hola, soy Dany. Tengo 4 meses de casada y 4 meses de embarazo.
- Hola, soy ........... (no recuerdo el nombre, así de mala es mi memoria). Tengo 12 años de casada y éste es mi 12o hijo. 

Esa sí me causó impacto. En realidad siempre que veo matrimonios que se abren generosamente así a la vida mi cabeza da vueltas y vueltas.

En la sobremesa de ayer hablábamos de cómo te ven "rarito" cuando tienes muchos hijos, o los tienes muy seguido. Es como si la gente que pregunta fuera a cuidarlos, mantenerlos, educarlos... o, como decía Haydee, te miran como si tus embarazos fueran producto de la ignorancia. Y no es así. No va por ahí. Es más, aseguro categóricamente, que es todo lo contrario.

Creo que para nadie es secreto que Jesús y yo somos de la idea de familia grande. Hay quien comienza a preguntar por el tercero. Da miedo, no...¡pavor! Es más, si uno se sienta a pensarlo mucho ¡se raja! Pero al ver a esas familias conviviendo un fin de semana ¡se antoja! Mesas grandes llenas de gente, risas, comentarios, historias, anécdotas...

Yo estoy convencida de que Mariana fue lo mejor que pude hacer por Ana Luisa. Ahora se tienen la una a la otra. Para siempre.

- Es que es una friega.
- Sí
- Es que lo pasas mal en los embarazos.
- Sí
- Es que los partos son caros.
- Sí
- Es que mantenerlos es un lana.
- Sí
- Es que las desveladas.
- Vacunas, doctores, medicinas
- Pagar escuelas
- Diversiones
- Tiempo, aténción...
- Sí, sí, sí...

Es verdad. Ninguna que sea madre puede negar todo lo anterior. Y las que tienen hijos mayores nos dirán: "¡y espérate!" Los hijos crecerán, y con ellos los problemas. Pero se irán.

Yo me quedaré con mi marido, pero no solos. Pues eso de que los hijos "se van" es mero decir... ¿verdad Teté? :)

Quiero navidades y festejos llenos de gente. De esos en los que hay que rentar mobiliario y vajilla porque no alcanza. Y que Ana Luisa me pueda repetir siendo adulto lo que me dijo el viernes: "Mami, el Bicho tiene una familia feliz"...

Que seríamos igual de felices si fuéramos 3 que si somos 10... mmm, no lo sé... Tal vez, si 3 fuera todo lo que pudiéramos ser. A mi me queda claro que ésta familia da para más...

Ya veremos en unos años hasta dónde llegamos, feliz y responsablemente.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Acá también se cuecen habas...

¡Ah, internet! De vuelta en mi vida. Sí, tengo mi Blackberry, pero no sabe igual. Soy feliz de tener nuevamente contrato con Telmex. Espero que su servicio por acá sea muy superior a lo que tenía en San Luis, pues acá no hay 'uuuh la Colonia bien congestionadísima y servidores harto limitados'.

Dos semanas y media en tierras poblanas. Hasta ahora puedo decir que no hay daños. Por el contrario, como todo mundo lo anticipaba, la experiencia ha sido más que positiva.

Acá entre nos, en San Luis, hasta hace 3 semanas, no me había vestido de 'princesa' para bailar mientras Ana Luisa canta: eres tú el príncipe azul que yo soñé...

Por otra parte, Mariana está creciendo. Igual que ocrurriría allá, lo sé. Ahora resulta que la señorita no se quiere sentar, lo cual representa un problema varias veces al día. Eso sí, gatear, no. ¡Qué flojera! Si tiene quien la cargue de un lado para el otro. Quiere correr sin aprender a caminar, pues así cómo.

De aventuras les cuento que en el ratito que llevamos aquí ya me peleé con otra compañía de cable. Yo pensaba que no podía haber una más apestosa que Cablecom. ¿Recuerdan? Los que leen regularmente el Blog saben a qué me refiero. Los que no, búsquenle en el archivo y dénse un quemón.

He dado con Megacable y sus falsas promesas (y no de amor, nooo, imagínense).

En resumen (como si se me diera):

- Llamada a Megacable:
  ¿oye, tienen Disney Junior?
  Sí, claro, en el paquete mega ultra super duper fabulantástico digitaloso.
  Ok, quiero ese.
  Sí sí, en 3 días tiene a Fher y Liesl, Manny y los Ositos Cariñositos en su hogar (ok, eso fue cosecha mía)

- Contrato Megacable.

- Pasan 4 días y sigo sin cable.

- Megacable: 'ahh, estamos en tiempo, ¿no le dijeron que la conexión se hace en un lapso de 15 días?'
  Sin comentarios. De hecho sí tengo muchos pero ni para qué cargarles mis malas vibras (a ustedes, a ellos ¡por supuesto!)

- 10 días después me conectan el cable. Yupiii! ¿¿¿??? Not. Me ponen un paquete inferior al acordado ... ¡¡¡SIN Disney Junior!!! (¡Chispas de coraje!)

- Su problema se soluciona en 24 horas. Obvio pasaron y nada. Otra señorita me dice que en 20 minutos. Obviamente, tampoco. Pasaron 12 horas más.

¿El problema? Hiiijole, es que el paquete que pedí causa un cargo de $90 adicionales que no podían cobrar directamente a la tarjeta de crédito con la que se contrató el servicio... había que esperar psss hasta el 25 que era el día de corte.

-- Hago una pausa para comentar que los requisitos para trabajar en dicha compañía son menos que mínimos, incluso no se requiere siquiera el uso de neuronas, con aprender a parecer un robot que recite el mismo verbo cada vez que suena el teléfono es suficiente. Digo, por si conocen a alguien que se quiera apuntar. (Yo sí tengo un par de candidat@s) --

Hoy, mientras escribo, ya tengo mi canal, digo, el canal de las niñas, el 151 y además puedo ver las caris en inglés... yuhuuuy, emoción. He descubierto que los doblajes están muy bien hechos. Ah, pero no comenzaré a dispersarme.

No nada más gozo ya de Disney Junior, sino que hasta fue el único canal que se quedó trabado por 3 horas hace un par de días. Pero Ulises, el muchacho de Megacable que me prometió la 'instalación express' lo solucionó con relativa prontitud.

Claro, era eso o que cada trabajador de la empresa le contestara a la Sra. que llama de Puebla para pedir su canal infantil.

En fin. Fuera de esas minucias lo demás marcha muy bien. Hay mucho trabajo. En el Instituto Los Sauces para Jesús y en la casa para mi. Si ando esperando con cierta celeridad que comience ya el ciclo escolar. Creo que a Bicho le uuurge su kinder. A su mamá sí, sin duda.

No malinterpreten, me divierto mucho con mis hijas, son geniales y tienen sus ocurrencias, vamos, tienen chispa. Pero también les hace falta otro tipo de actividad. Ya mero, ya mero.

PD1: Extrañaré el Kinder del Real, especialmente a Miss Adriana.
PD2: Aunque todo va bien, se extraña mucho a tíos y abuelos.
PD3: Ya MUY pronto vienen de visita. ¡Yupi!

sábado, 30 de julio de 2011

En Puebla el cielo llora por las noches...

Jamás pensé extrañar los calorones potosinos. Pero así es. Quiero mi verano soleado y asqueroso, ese que no deja dormir y que pone a Mariana de malas.

La verdad creo que si lo ando prefiriendo por encima de las 'tormentas aisladas' de tooodos los días. No hemos podido disfrutar el jardín... Buuu.

Quiero poderles poner a mis niñas un par de vestiditos veraniegos que les compramos Tete y yo... Si, extraño a San Luis.

Una semana hace desde que dejamos la vida allá. Ocho días y contando. La verdad, ni tan mal.

Fuera de que los abuelos de mis hijas se quedaron lejos, lo demás promete.

Ya habrá tiempo de contar los rollos de transición. Ahora escribo desde mi teléfono. Siii, por motivos de mudanza le bajé a mi señor mi Black Berry (muaja ja ja). Y, pese a que es muy práctica y ya la quiero, no me resulta lo más cómodo para bloggear.

Pero, como no tengo internet, les debo unas buenas historias de la vida que inicia en Puebla.

Por ahora suficiente con que sepan que mis hijas son felices y que con eso me alcanza para estar bien.

Como quien dice: todo en orden. Saludos!

martes, 19 de julio de 2011

Pues que ya casi soy de allá...

17 años. Justos. El pasado 7 de julio llegué a complir 17 años viviendo en San Luis Potosí. Ese primer cambio desde la Ciudad de México fue difícil, bastante. En plena adolescencia, dejar casa, escuela, amigos, no era poca cosa.

Ahora las complicaciones son distintas. Años de historia. Lugares, gente. El cambio pesa. Increíble pero ahora soy yo quien mueve a su familia por una buena oportunidad.

Como todo en nuestras vidas desde que nos conocemos y estamos juntos Jesús y yo, el asunto se ha dado de volada. Hace un mes no sabía que cambiaría de ciudad. Hoy estoy organizando una mudanza.

Hay que mover una casa entera, dos adultos, dos niñas, una perra y un pez beta. Al menos que alguien quiera el pez, o la perra. Incluso a alguna de las niñas... a Chuy ni cómo dejarlo porque es justo él a quien necesitan en Puebla. Pero si alguien hace una propuesta estoy abierta a la posibilidad: ¡Oferten!

Si no escribí nada en el Blog antes no fue por bloqueo mental o no tener qué decir. No, no, todo lo contrario. Pero mis pensamientos distaban mucho de ser positivos. Y, honestamente, ¿quién quiere leer textos mal vibrosos?

Ok, sí. Sí queremos. Disfrutamos con el sufrimiento ajeno. Pero yo me puse como regla no deprimir, enojar, ni agredir a nadie por aquí. Aunque a veces los deseos rebasen a la razón. En esos casos es mejor mantener cualquier medio con acceso a internet alejado.

El asunto de dejar la mitad (exacta) de la vida detrás no es una cosa sencilla. Buscar casa ¡uff! Viajar con niñas para buscar casa ¡bueeeno! Quedarse a dormir un par de noches en Hotel con las princesas es todo un reto.

¡Ah, la convivencia familiar durante viajes! Pienso ahora en el sexo masculino. ¡Dios! Ya se ve que Marte y Venus no tienen nada en común, salvo que son planetas. ¡Qué cosa!

Mientras una se preocupa por cualquier cantidad de detalles insignificantes durante la experiencia de viaje, ya saben, comida de niñas, pañales, horas de sueño, juego, etcétera, ellos se apuran por el eterno "¿qué vamos a comer?". Y, créanme, un gerber o un biberón no les resuelve el asunto. Y mucho menos cuando la bolsa de "tostitos" distrae tripas sale rancia.

¡Ahh, qué gozo! Esa mirada del hombre salivando de antojo por sus frituras esas a las que le trae ganas desde que sabe que saldrá a carretera seguida, de inmediato, por una cara de enfado y decepción al descubrir que están viejas y aguadas (mmm eso me suena familiar). Mientras yo, deliciosamente, abro mo bolsita de Chip's verdes... ¡oh, sí!

Dejar atrás las aventuras y llegar a intentar dormir en el hotel es casi como un sueño guajiro. En realidad mis niñas no se tardan tanto en conseguir pegar la pestaña, pero el transcurso puede ser pesado. No es su cama, no es su cuarto. No hay pared que las separe de sus papás. Consecuencia: La televisión se apaga a las 9 y ni modín adultos, a jugar entonces con el celular... los que tienen, claro, porque iusacell se ha encargado de privarme de su servicio.

¿Más anécdotas hoteleras? Sí, cómo no. Mujeres: ¡Jamás accedan a bañarse después de su rey encantado! Yo me lo he prometido un par de veces y lo olvido. Tal vez estoy a tiempo de salvarlas a ustedes, amables lectoras. Ahora que si eres hombre y lees ésto, ¡pon atención!

¿Qué rayos hacen en la regadera? ¿De dónde sacan la capacidad de mojarlo todo? ¿Por qué hay charco de agua hasta en la esquina del fondo del baño donde ni la que hace la limpieza alcanza con el trapeador? El tapete grita ¡exprímeme! Como si se hubieran tallado la espalda con él mientras se bañaban.

No lo digo por mi esposo, ¡nooo!, recuerden que también tengo hermanos, y viví con ellos por unos 30 años. Creo que eso me da cierta autoridad en el tema.

Yo por lo pronto, cuando oiga las palabras de terror: "deja me baño", contestaré con un contundente y alargado: "nooo, yo primero". El mugrero que gusten dejar después, con confianza... ya no es mi asunto. En Hotel, en casa es otro boleto. Mua ja ja jaaa... Es asunto de Rosario, ¡ja!

¡Ah, nada como visitar Puebla con prisa en un día lluvioso con niñas! (léase con sarcasmo) ... Y ahí va uno de vuelta en unos cuantos días, a una casa empacada, sin room service y donde la cama no está tendida cuando vuelves de la calle... Me llevaré chocolatitos de menta para poner en la almohada y hacer la finta. Si , así a Chuy le tocarán las mentadas, digo, las mentas...

Dos viajes a Puebla después, tenemos casa. Ahora la mudanza y ¡vámonos! Listos para la tierra del mole, los volcanes y el camote... ¡¿pues qué le hacemos?!

A partir de éste momento comienza la crónica del adiós a San Luis Potosí...

martes, 12 de julio de 2011

No soy de aquí, ni soy de allá...

Algunos saben que mi familia coquetea con la idea de cambiar de Ciudad. Más que coqueteo, digamos que ya estamos comprometidos y solo nos falta caminar hacia el altar a dar el "sí" definitivo. Por cierto, hoy hace 3 años que Chuy y yo lo hiciéramos en la Catedral de San Luis Potosí. Pero esa es otra historia.

Hay quien me pregunta si al irme continuaré con mi Blog. Me resulta curiosa la pregunta, pues lo único que necesito es conexión a internet y aventuras, que nunca faltan y seguramente se incrementarán.

Por ejemplo, el fin de semana fuimos a buscar casa. Todo un tema. Pero más allá que encontrar el lugar perfecto para aterrizar, está la odisea de hacer un viaje de poquito más de 5 horas con mis dos niñas. Esa sí es una señora aventura.

No es la primera vez. Ya habíamos viajado 8 horas a Manzanillo. Pero el ser humano es necio, ya dice el dicho: '...el único animal que tropi
eza dos veces con la misma piedra'.

Para quienes tienen niños ni falta hace una explicación, ya se pueden hacer un buen panorama de la situación.

Quienes no los tienen, piensen en un trayecto de 5 horas que incluye bibis, desayunos, comidas, agua, papitas (¿por qué no?), espaldas cansadas, hartazgo, canciones infantiles, llantos, risas, mocos, desesperación... en fin, ni para qué se los antojo ¿verdad? Y lo anterior solo refiriéndome a las niñas.

Luego ya en el lugar de destino: Puebla, una friega. Un maratón de 12 horas. De un lugar a otro. Niñas cansadas. Y papás poquito también.

Primera noche de 'terror'. No durmió nadie. Mis pobres crías extrañaban su cama, sus cobijas (aunque les llevo algunas, no es lo mismo), su casa. Y el día siguiente era todo un reto. Aún así todos sobrevivimos, por muy poco ¡eh!, yo sí ya tenía ganas de cambiar de oficio.

Ya empezado el día nos vamos enterando de que el plan dominguero incluía, además del desayuno, recorrido y Misa en el centro, comida en una casa con alberca donde habría niños nadando.

¿Ana Luisa llevaba traje de baño? Por supuesto que no. ¿Llevabas pañales para nadar? Desde luego que tampoco. ¿Nos vamos a la comida y nos turnamos para contenerla cuando quiera zambullirse en el agua? No creo que sea opción.

Córrle a WalMart a comprar un traje de baño, toalla y un cambio de ropa de calor, pues mamá empacó para clima con 'tormentas aisladas'. Léase jeans, botas, sueter...

Eso se hace relativamente rápido, si es que encuentras todo en el lugar. Ah, pero los mentados pañales para nadar están descontinuados 'de momento' en dicho almacén.

Vamos a la Mega Comercial Mexicana, tampoco. Todo ésto acompañados de una mujer (Alejandra) y su hija que nos llevarían a la casa en donde era el show. Les agradezco su paciencia, pero ya empezaba a desesperarme un poco. Me apuraba que ni niña no pudiera divertirse.

Alejandra, sugirió pararnos en una farmacia ya como último recurso, por no dejar, literal, y sí, los encontré, último paquete... ¡fiuf!
Mi niña fue feliz en la alberca. No sabe nadar aún, pero estuvo en los escalones flotando. Se sentía toda una sirena.

Quienes la conocen bien, saben que es bastante aventada. Chuy y yo aún no sabemos si es valentía o inconciencia. Bichito agarró un flotador 'tipo tallarín' (como dice en google. Para evitar caras de duda agrego la foto). Se lo puso alrededor de la cintura como los otros niños y se dio a la tarea de irse a flotar.


Yo estaba tantito infartada, poco a poco se fue yendo hacia adentro de la alberca, y pataleaba intentando volver. La dejé, pero sabía que eso no terminaría bien. Hasta que llegó el punto en el que mamá se tuvo que echar al agua para sacar al pedacito.

Resultado: Mi look de presentación social en Puebla terminó por ser una blusa beige (que ya llevaba puesta), un pantalón de pants a la rodilla en fuscia y unos crocs azul marino con naranja. Lo cual pasa a segundo plano considerando que la niña salió de la alberca, comió, jugó y luego se volvió a meter.

Tras la revisión de 7 casas, una carne asada, una niña casi ahogada, una parada en Querétaro para visitar a los compadres y horas de llanto en escala 'Mariana', estamos de regreso en San Luis... ¿por cuánto tiempo? Todavía no les sabría decir.