martes, 13 de marzo de 2012

Mal de muchas

Terribles 2. Pubertad. Adolescencia... Libros para sobrellevar las crisis por período de edad sobran. Mi campo de experiencia es la adolescencia, lo saben. Suelo dar seguimiento a aquellas que conocí en sus épocas de efervescencia hormonal (¡ja!, como si en las mujeres llegara a término...). 

Las mujeres de la primera generación que pasó por mis manos ahora tienen alrededor de 28 y 29 años. Y de ahí para abajo, hasta de 18 tengo amigas ex alumnas. 

Solo he tenido que observar un poco para darme cuenta de que nadie, al menos que yo conozca, habla de la crisis de los 20's. Es una etapa sin duda divertida, emocionante, pero también angustiante. Y para las mujeres, un tanto más. 

Es la década en la que se conforma uno como persona, cuando decides quién eres, quién no eres, quién no quieres ser. Es el momento de definir lo que haces, lo que te gusta, lo que te irrita... 

Para nosotras, es momento de encontrar AL compañero. Mientras los hombres pueden llegar a los 30's sin ninguna dificultad al respecto, para nosotras es distinto. 

Llegar a los 25, 26 años sola, es difícil de sobrellevar. Y la que diga que no, miente. Probablemente los años, la vida, las circunstancias nos lleven a relajarnos con el asunto y ver que no todas tenemos obligación de convertirnos esposas y madres y encontremos nuestro lugar en la vida. Pero de que hay un período de crisis, lo hay. 

Amigas reciben anillo, otras se casan, algunas comienzan a tener hijos... Y tú, sola. Peor aún, miras para todas partes y no ves un escenario prometedor, nadie que pueda llenar tus expectativas. Y es que el listón, la rayita, el estándar está muy tirado pa' abajo, de ambos lados. 

Ya no hay damas, dicen. Es que no hay caballeros, responden. Es que ellos, es que ellas, es que... Ambos responsables. Pero debo decir que quien lleva la batuta es la mujer. La que pone el estándar es la mujer. La que dice cómo, es ella. La que imprime el tono...es ella.

Mucho he hablado con mujeres buenas, trabajadoras, valientes, entronas, estudiosas, como para saber de qué hablo. Mujeres que buscan al 'hombre perfecto'. 

Suelo devolverles la pelota preguntando si ellas mismas se consideran 'la mujer perfecta', aquella que un hombre puede mirar con ojos de 'futura madre de sus hijos'. Y comienza la reflexión.

Ser vulgar, está de moda. Comentarios corrientes, atuendos reveladores, hablarse al tú por tú con los hombres, es lo de hoy. Me apena. 

Sin darnos cuenta, damitas, nosotras mismas vamos rebajando el trato. Comprometemos nuestras ideas, sentimientos, emociones... por ser percibidas como deseables y sexys. Tremenda estupidez. Él no querrá eso para esposa. A menos no públicamente. 

Que ser una mujer inteligente, culta, preparada asusta... Es verdad. Aquí entre nos les cuento, hubo amigos que sugerían 'bajarle' al estudio, trabajo, desarrollo personal y profesional, pues no habría 'wey que se acercara'...

Afortunadamente, no hice caso. Siempre pensé que el hombre que me mirara con ojos de 'para siempre' no querría una mujer mediocre, porque él tampoco lo sería. Y así fue. Esperé, bastante. Se tardó en llegar, pero hoy está conmigo. Me casé con él a los 31. (Soy el 'si se puede' del Lomas del Real)

Mi consejo para ti, que de pronto desesperas: mantente, aguanta, resiste. Hombres buenos hay. Pocos, pero hay. Y llegará en su momento. Si no, entonces otros planes habrá para ti. 

Mientras aparece o no el príncipe azul, conviértete en esa mujer que quieres, sin importar a quién le agrade. Haz lo que sea para ser cada día más digna, más completa, más mujer. 

Y nunca, jamás, por ningún motivo comprometas tu proyecto de persona por un 'pior es nada'. A veces... es mejor dejar que se te vaya el tren.