lunes, 26 de septiembre de 2011

¡Búfalo!... ¡Tatanka!

¿Recuerdan 'Danza con lobos'?, pelìcula de Kevin Costner en la que interpreta a un oficial de la caballería del Ejército de Estados Unidos que se vuelve amigo de un grupo de indios Lakotas.

¿Sí, no? No importa.  Solo me importa una escena. Una mujer le enseña que búfalo se dice tatanka. Él, emocionado por comunicarse lo repite una y otra vez como un tarado. Búfalo, tatanka, búfalo, tatanka, búfalo, tatanka...

Desde el año 90 que mi familia y yo vimos la mentada película quedó como un chiste local el asunto de búfalo-tatanka, y lo aplicábamos a la gente que salía con 'indiadas' (me invento el término). Y no dependía de clase social, de status, de profesión, lugar de vivienda, ni mucho menos. Era para aquellas ocasiones en que el sentido común quedaba a deber.

Ok. Pausa. Dalay. Serenidad...

La semana pasada mis amigos de Facebook y seguidores de Twitter supieron de mi leve desquicio porque la nueva empleada del hogar decidió tirar la comida del día a la basura. (Antes de comerla eh, sí)

El domingo llegamos de San Luis, después de puente de quincena. Yo no había hecho el super. Pero no importaba pues tenía congelado un picadillo de unas semanas atrás, y con eso ya nos armábamos.

Pues no, July decidió que como estaba afuera del refri ya no servía y se iba pa la basura. (Colapso, convulsiones, vena de la frente saltada, ojito de ardilla de era del hielo...)

No bueeeno, el deseo de arrancarle la cabeza me recorrió todo el cuerpo.

Así que sin decir más que: 'No July, era la comida de hoy. No tires nada que yo no te diga', me retiré a twittear el suceso. Ustedes saben, hay que encontrarle válvula de escape a ciertas situaciones. Era eso o liberar a Momzilla...

Los comentarios jocosos de las amigas me ayudaron a llevar el momento, pero el coraje seguía ahí. Eso sin mencionar el grano en la lengua del antojo que le traía al mentado picadillo. Desde ahí mis sospechas con respecto a la falta de sentido común de mi ayudanta comenzaron a rondar por la cabeza.

Luego va uno encontrando detallitos, leves, cualquier cosa. ¿Quién quiere una persona que limpie bien? ¡No hombre! Con una 'pasadita' y ya está... al cabo que ni tengo hijas pequeñas que habitan en el piso todo el santo día y una que se mete a la boca cuanto encuentra a su paso.

Soy fan de ir limpiando yo lo que se supone que ya está limpio... (sarcasmo).

Aclaro que se le ha dicho lo que se espera de ella. Para algunas cosas incluso 3 veces, y las sigue haciendo... mmm diferente de como yo esperaría, pa no decir que fatal, porque sí estaría muy gacho.

Ya coqueteaba yo con la idea de conseguir otro tipo de ayuda, ¿verdá?

Y hoy sí, hoy sí fue el día de la decisión. Mi querida July se va a ir. ¿Creen que por lo anterior? No, no... estaba dispuesta a darle una semana más, volviendo a indicar cómo hacer las cosas. Pero un pequeño detalle cambió mi plan.

El sábado, cumpleaños de Marianita, salimos a dar una vuelta. Ana Luisa venía en el coche, atrás en su sillita, inusualmente llorona, pidiendo con insistencia salir del coche. La pusimos en su lugar y le dijimos que se aguantara a llegar a la casa, cosa que hizo.

Ni bien habíamos cruzado la puerta de la casa cuando escucho un ruido conocido y venga de ahí la vomitada. Sopita de fideos pa afuera.

Y de ahí siguieron ... perdí la cuenta, pero puedo comentarles que terminamos de vomitar a las 3 de la mañana. A eso le pueden sumar las angustias de no poder hacer nada por ella. La criatura no soportaba ni beber agua. Pasamos las dos una noche fatal (papá y Mariana un poco también) pero al día siguiente como nueva. Ella con una pila como si nada hubiera sucedido.

Desde luego dimos vueltas a todo lo que comió ese día. Todos comimos lo mismo y nadie estaba mal... ¿la sopa?, no, ¿la nutella?, no... Terminamos por echarle la culpa a una masita para moldear, pero con reservas, pues hace ya un rato que Bicho no se mete a la boca todo lo que se encuentra.

Hace aproximadamente una hora descubrí qué pasó. No les voy a hacer el cuento cansado contando cómo salieron los detalles de la historia, me limito a dar la explicación:

July guardó durante una semana una manzana podrida en la cubetita del kit de limpieza de juguete de mi niña. La manzana presentaba varias mordidas del tamaño de la dentadura de la única de mis hijas que tiene dientes. (Inserte aquí sonido de pistola encañonada apuntando a los sesos de la 'guardadora de fruta en mal estado')

Ana Luisa y Mariana se caracterizan de Blancanieves para jugar, o que su mamá les tome fotos para presumirlas en BB Messenger, Twitter o Facebook, como sea... Y para la dramatización completa que acompaña al vestuario, tenemos una manzana de madera, sí, parece real, pero creo que cualquier persona con 2 dedos de frente podría reconocer una manzana de verdad podrida, aguada, enmohecida... ¿o me equivoco?

Estoy a favor del uso de la imaginación y contriguir a crear el ambiente para el juego, pero de eso a que consuman una manzana envenenada... ahora sí que como diría mi Bicho: pos no.

Así que, como ustedes comprenderán, las horas de July en esta casa van en cuenta regresiva... (marcha fúnebre en el fondo).

La vida no me trata mal, ya conseguí una... La número 8 en mi tiempo de ama de casa. Seguro algunas me dirán uhh y las que te faltan.

¡Qué flojera me daban mis amigas casadas (cuando yo era soltera) y sus temas de muchachas! ... ¡soy una más!

Disculpen si les arranco bostezos con mis 'agobios' y 'problemas'... pero ¡vamos! Bien que algun@s sí pensaron: ¿tatanka?... ¡tatankiiisima!

2 comentarios:

  1. Estás drogada o borracha???

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  2. De igual manera, así cotorreo a aquéllos que no comprenden algo o carecen de sentido común: "Tatanka... Búfalo... Tatanka". Me gustó su historia; es tan diferente y amena. Saludos.

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