Para comprender mejor el siguiente texto es necesario leer antes lo siguiente:
"Lee esto, me dio risa" (Así lo puso en mi Wall de Facebook Laura Vázquez, una alumna de 12º, ¿o debo decir ex alumna?)
De acuerdo, las cosas están un poco llevadas al extremo. Antes de juzgar quisiera leer o escuchar las palabras de Evelio Plata Insunza, señor objeto de burla en la nota, porque segurito que han sido sacadas un tanto de contexto.
Si bien es cierto que usar minifalda no es causa de embarazos... mmm siempre me ha chocado el término de "no deseados", así que digamos que son embarazos extemporáneos, también es verdad que la ropa que usas dice mucho de quién eres.
Y no es que la minifalda, los escotes, la ropa transparente, etcétera, sean totales culpables de la creciente cultura del "darle gusto al cuerpo", pero indirectamente, algo de razón tiene el sujeto.
Detrás de una mujer que viste provocativamente hay toda una historia, y generalmente, esa historia hablará de inseguridad. ¿Cómo? Pues sí. Esa mujer ha comprado la idea de que debemos ser sexys y sensuales, y que la única forma de parecer atractiva a los hombres es enseñando los atributos propios de nuestra condición femenina. Cosa que, dicho sea de paso, es falsa.
Nadie niega que los hombres voltean a ver a mujeres que visten con cierto... atrevimiento. Desde luego les resultan atractivas. Su naturaleza masculina está diseñada para detectar la figura femenina, y si se la ponemos muy a disposición no esperemos que lo ignoren.
Es más, parece que los caballeros nacieron sin "neurona de la discreción", voltan descaradamente a mirar cuando hay alguien que les muestre sin reparo, e incluso pavoneando con soltura el figurín.
Eso sí, luego viene la indignación de las nenorras cuando se les mira "de más" o se les extiende un bonito piropo de esos que sólo los mexicanos podrían proferir.
Sí, esos. Los conoces. Los de: "¿quién fuera ardilla para comerte, bellota?"... o "tanta carne y yo chimuelo"... nomás por poner algunos, porque hay otros piores (sí, pior es peor que peor) y bien majaderos.
La realidad es que, como te decía antes, al hombre le resulta atractivo lo "sexy", sí, pero como respuesta a sus instintos primitivos, de esos que no necesitan mucha actividad cerebral, y de por sí nos quejamos de que no son muy brillantes, recurriendo a sus instintos básicos tampoco los ayudamos a ser seres de mayor sustancia ¡eh! (a quienes lo requieran), nomás digo.
Los hombres las prefieren elegantes. En algunas clases le he contado a mis alumnas que hace unos años fuimos al Real (colegio de varones) a preguntarles qué opinaban de las minifaldas, shorts, ropa ajustada, ropa interior que se asoma "discretamente", escotes, etcétera... A nadie le sorprenda que varias respuestas eran del tipo: "psss algunas se ven chidas".
- Ok, entonces ¿te gusta que tu novia vista así?
- Ahh, no, mi novia no. Otras chavas sí.
- ¿Por qué tu novia no?
- Psss porque soy hombre, y sé lo que otros piensan si la ven vestida así. Y nel.
Ahh qué cosa curiosa ¿verdad? Cuando hablamos de "mi vieja" la cosa cambia. ¡Pooos sí!
Así que retomando. El asunto de la chiqui mini falda (en ocasiones nomás gran cinturón) tiene más de fondo de lo que parece. Tiene que ver con la mujer mostrándose toda, sin reserva, por ese afán, natural, de sentirse aceptada y querida. Nenas, no hace falta. Créanme. Al final de cuentas cuando alguien se plantee convertir a alguna mujer en la madre de sus hijos no elegirá a la más sensual.
Con eso no sugiero que nos convirtamos piedras o mujeres que visten como abuelita de cuento. Hay quien usando cuello de tortuga, media, pantalón y doble cinturón termina cayendo ante la tentación. Si ya dice el dicho: "el hombre es fuego, la mujer estopa... llega el diablo y ¡sopla!". Me perdí. ¡Qué raro! ¡Ah sí! El punto es guardar esos momentos uy uy uy para la intimidad y con el marido.
Hay que aprender a distinguir entre femenino y sexy, entre coqueto y vulgar. Debemos ser bonitas. Pero bonitas onda Audrey Hepburn... no "mujeronas" tipo Ninel (con la pena).
Requiere más valentía vestir bien que seguir la corriente de las "modas reveladoras" y convertirse en una del montón.
Y, por cierto, "las clases de educaión sexual, campañas que promueven el uso del preservativo, la información sobre la píldora de emergencia y las posibilidades de disfrutar de la vida erótica sin llegar a concluir la relación sexual", como menciona el nobel (sarcasmo) artículo publicado por Milenio, tampoco son la respuesta para la juventud ansiosa. Pero eso, es tema de otro post.
¡He dicho!
jajajaja Dany....gran cinturón!!me he dedicado estas vacaciones a leer tu blog jajaja esta muy bueno atte. Vero montelongo
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