Fue una semana intensa: festivales del día de la madre, comidas del día del maestro (ahh yo ni fui a la mía, pero ayudé a la compra de víveres para la del Real que organizó mi HH marido), el "Conoce mi mundo" del Bicho en el Kinder (https://www.facebook.com/#!/media/set/?set=a.218118848216110.70080.126709284023734), pero sobre todo, y mucho más importante, fue la semana en que hicimos que Mariana durmiera ¡toda la noche!
"Mariana, Mariana... raaa raaa raaa", diría mi Ana Luisa.
Y es que ya era momento, a los 7 meses la criaturita se despertaba cada hora, para checar que su mamá estuviera ahí pendiente de ella, por cualquier cosa que se ofreciera ¿verdad?
¡Por fin! Dormidita a las 10 pm y despertando con su hermana en su cuarto (suyo de ellas, ambas dos) ... eso sí ¡qué flojera! un piquito antes de las 7 am.
Además del sueño, mamá está por la labor de hacerle a Mariana una rutina fija, como la tuvo su hermana cuando bebé. Pobre niña, ha traído un poco de descontrol de horarios. ¡Ay mamá, y así pretendes que no haya problemas para conciliar el sueño! ... Bueno, pues es que eso de salir a trabajar un ratito a media mañana hace que las cosas se descompongan un tanto, pero ya no más... a partir de un mes aproximadamente seré esposa y madre de tiempo completo.
No les miento, me ha costado esa decisión. Por una parte siempre he creído que cuando hay hijos lo mejor es estar en casa y dedicarse a ellos. Pero por otra, crecí en el tiempo en que a mi generación se le vendió (con éxito) la idea de que la mujer tiene que salir a trabajar e igualarse al hombre, cosa que ya retomaré después. La idea pertinente para ésta ocasión es esa de que si la mujer no trabaja es considerada un tanto... inútil. Eso de ser ama de casa es ... para las fodongas, por decir lo menos.
Hay ocasiones en que el hecho de que la mujer trabaje no es opcional, por la situación familiar, y ahí sí ni cómo hacerle. Pero si es posible ¿por qué no? Dedicarse a atender. No es poca chamba ¡eh! Incluso he platicado con alguna amiga que el dedicarse a alguna actividad profesional también puede ser una excusa para huirle al trabajal que es mantener una casa funcionando.
Probablemente algunas se apaniquen con la idea de que alguien les diga en reunioncita social: "¿tú no haces nada, verdad?". Nooo, soy de las que se quedan todos los días en casa rascándose el ombligo, picándose el ojo, y, por lo menos tres veces de semana en el spa... (¬¬)
Antes de comenzar la etapa blogera, una amiga de la prepa publicó una foto en facebook, que les comparto a continuación:
Fusilado del Facebook de Ameyali Fonseca Pelaez |
Pues les tengo noticias. Los hombres, varios al menos, lo agradecen. Lo digo con conocimiento de causa. ¿No lo creen? Un ejemplo nada más...
Contexto: Conversación en Facebook de dos amigas. Una recién casada que va a ser mamá y dejó de trabajar le dice a la otra que no comprende cómo no se aburre.
El comentario del recuadro azul es de un caballero. (Fotos y nombres removidos por obvias razones) |
Va con todo respeto a quienes piensan lo contrario. Pero ésta y mi postura. Amigas me dicen "bueno, puedes tomarte un par de años y volver a trabajar"... Eso pensaba antes, ahora, si les soy sincera, ni siquiera sé si me lo planteo...
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