viernes, 3 de junio de 2011

Educando paladares

Inspiración. A veces, cuando salía de la Universidad y llegaba a mi casa a la hora de comer, me encontraba con algo que no me encantaba o no me apetecía. Algo que había preparado mi mamá pero que no me "llenaba el ojo", y en algunas de esas ocasiones mi madre con toda franqueza nos decía: "hoy no amanecí inspirada". Igual había que comerse lo que nos servían o aparecía Paquita.

Paquita... paquitarte lo sangrón era una cuchara de madera que dejó de aparecer en la infancia después de partirse en dos, tras un golpe (accidental, no vayan a terminar acusando a Teté de golpeadora) en mi antebrazo.

A casi 3 años de ser ama de casa confirmo esa contundente declaración de mi madre. Hay días en que una amanece con ganas de cocinar y preparar cosas ricas, hay otros en que haces algo medianamente bueno, otras ... sale algo digno, y uno que otro en que de plano sería mejor pedir comida a domicilio...

A mi me gusta cocinar, y creo tener buen sazón. Un contacto de Twitter asegura que el criterio de mi marido y demás miembros de mi familia no es confiable pues "todos tendrán miedo de opinar lo contrario". Pero, quien conoce a Chuy sabe que es de paladar... mmm... mamilas, digo, refinado, digo, exigente... buen paladar, al menos eso dice él, y lo negará, seguramente.

El punto es que mi marido me ha dicho que "el estándar de comida en ésta casa es alto", eso debe de contar como un elogio ¿no?

Cuando amanezco "inspirada" salen cosas ricas ricas. ¿De dónde me viene el gusto, la facilidad...? Sé que mi abuela materna era veracruzana, dicharachera y buena para la cocina, de donde aprendió mi mamá y supongo que de ahí me viene algo ... Confieso que nunca tuve algo como "clases de cocina con mamá". Para ni ha sido cuestión de observar, saborear y echarle cabeza.

Por otra parte, Chuy y yo vemos muchos programas de cocina. Me domino a Nigella Lawson, Bill Granger, Adam Richman, Gordon Ramsay, Miss Dahl, Benito y Solange, Aquiles... y muuuchos, de verdad muuuchos más... sin dejar de nombrar a mi favorito: Jamie Oliver.

Si de plano les da flojera averiguar quién es toda esa gente (en caso de que no los conozcan), les recomiendo checar por lo menos a Jamie (bien cuate). Canal Fox Life. Casi todo el día aparece ahí, hasta me hace sospechar que tiene acciones con la cadena. Me gusta porque hace cosas rapidas, sencillas (la mayoría) y deliciosas.

En ésta casa ya hemos probado más de uno de sus platillos. Eso sí, una vez que se acostumbra la famlia así exige.

Hoy viernes, Chuy no vino a comer, tenía una actividad con niños de 6º. Así que mamá decidió preparar mac&cheese segura de que le encantaría al Bicho. En el refri había sobras de otros días para mi, algo de pollo para la niña y a olvidar complicaciones...

Si pudiera insertar el sonido de una chicharra que indicara "error" aquí, lo haría. Me mandaron muy lejos con mis macarrones y me sugirieron ir a cocinar bien, ja! A preparar sopita de pasta y atún... sí, así tal cual, la niña traía antojo de atún... Y ¿qué hace uno? Pues a preparar.

Aclaro que hice caso porque la opción del macarrón sí era muy chafita. Otros días se come lo que hay. No es que se le complazcan sus caprichos a la prince.

Ojalá nos animemos más a entrarle a la cocina. Cocina bien. Cocina de ingredientes frescos, preparaciones que toman tiempo pero que valen la pena. Ojalá algunas puedan darse el lujo de invertir tiempo en la cocina. Si la semana no se los permite, por lo menos alguna vez en fin de semana. No me maten, es una mera sugerencia.

A mi por lo pronto me da orgullo compartirles que en el Lomas del Real nuestras niñas tienen clase de Academia del Hogar, donde, entre otras cosas, aprenden a preparar alimentos. Me alegra bastante saber que serán mujeres que no le temerán al "laboratorio de los chimoles" como mi abuela llamaba a la cocina.

Seguramente harán muy felices a sus maridos. Recuerden niñas... al hombre se llega por la barriga... y por los ojos también... así que aprendan a presentar sus platos muy hermosos... ja! y a verse siempre guapitas.

Todo ésto me recuerda que debo empezar a trabajar en el Recetario Familiar. Tal vez no le deje a mis hijas herancia monetaria, pero se llevan los tesoros culinarios de su hogar.

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