martes, 14 de junio de 2011

¡Guácala!

... En 20 minutos tengo que salir de mi casa. Así comenzó ésta entrada, y la estoy terminando 2 horas y media después...

No importa, todavía viene al caso. Salí de la casa con maleta de niñas para el día. La mía la olvidé, ya me valió gorro porque tuve que llevar a Mariana al pediatra, otra vez, sí, para lo mismo: infección en la garganta.

Las maletas ¿para qué? ¿a dónde vas? me preguntarías. A casa de mi mamá. Aquí cerquita.

No piensen que abandonamos el hogar y a Chuy, no, ganas tengo. Además con maleta de un día no nos ajusta para gran cosa. Sobre todo pensando en la cantidad de cosas que requieren las criaturas pa' sobrevivir. Entonces ¿por qué me voy? Bien... muchos que me conocen saben de mi enfermiza fobia a las cucarachas, en verdad las aborrezco. Me parecen seres asquerosamente despreciables.

Si le preguntan a Chuy les garantizo que les contará la anécdota del día que lo saqué del trabajo con una llamada de histeria porque había una cucaracha en la pared de las escaleras que amenazaba con llegar a donde nos encontrábamos Ana Luisa y yo.

¿Por qué no la mataba yo? Ahh, hay dos motivos. Uno: estaba muy alto y pues... yo no paso de 1.60 (y medio...) y dos: tenía que quedarme a cuidar a Ana Luisa, no podía dejarla sola ¬¬ (ahá)... Ahora que si lo pienso mejor, hay un tercer motivo: No me le acerco a más de un metro a los asquerosos bicharachos esos.... Eeeewww!

En fin, el punto es que fumigan mi casa. La queremos rociar de venenos mata cucarachas, mata mosquitos y ... bien padrísimo... roedores. Sí, el fin de semana descubrimos con emoción que tenemos un ratón en la cocina. Yo pienso que es cortesía de que unos vecinos estuvieron abriendo la calle para arreglar no sé qué cosa... y de ahí seguro se armó el alborotadero de bichos.

A propòsito de bichos... fue todo un dilema explicarle a Ana Luisa qué harían los señores que llegaron a la casa. Le dice Rosario: "Vienen a poner veneno para los bichos... ¡ay no!, bueno, mmm un líquido para matar cucarachas... ¡ay no, tampoco!... bueno, vienen a poner un líquido para que no te piquen animalitos"...

Lo anterior resulta gracioso si recuerdan que a mi niña le decimos Bicho... y su papá lo completa todavía diciéndole Bicho cucaracho... ¡plop! Creo que no le causamos ningún trauma aún... y la última explicación de Rosario la dejó más o menos satisfecha... ahh porque ya empezamos con la etapa del "¿po qué?", y no cualquier respuesta deja tranquila su curiosidad y hambre de conocimiento (¡ja! Tuve un recuerdo de Fer Contreras -- chiste local --)

Ayer me preguntó Fer Marín, con risas de por medio, si había contado mi aventura de fumigadas en el Blog. Le dije que me daba temor, pues nadie querría visitar mi casa. Pero como ya estoy anunciando que un par de señores trabajan en ello en éste momento, les aseguro que la única rata que se encontrarán en mi domicilio es Mickey Mouse, y en la tele.

Como quien dice sigue la fiesta en casa de los Santos Icaza. ¡Apúntense!

1 comentario:

  1. Jajajaja pues que bueno que ya tomaron la decisión de fumigar porque de verdad YA ERA SUPER NECESARIO!!!
    Ahora recordando cuándo mi nieta estaba pequeñita un día fuimos al Super juntas(bueno casi siempre)y había una promoción de Raid que al comprar un producto mata bichos te regalaban uno de peluche ohhhh no escogimos la cuca, si la cucaracha que no era por nada fea o desagradable estaba simpaticona, pero que loquera una bb con una cuca la cuál era su peluche favorito jajaja
    Y luego nos quejamos de los traumas de los hijos

    ResponderEliminar